Reus tendrá un nuevo Carrilet con albergue, zonas verdes y venta de producto fresco

El gobierno presenta los ejes principales del proyecto de transformación del barrio, que arranca con 800.000 euros

05 julio 2021 19:30 | Actualizado a 06 julio 2021 05:30
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Un proyecto urbanístico que impulsará el campo social y económico de la zona sur de la ciudad para, así, convertirlo en un «polo de atracción» y, cuya transformación dará lugar a una «nueva centralidad». De este modo, el consistorio hizo ayer recordatorio de cómo será la zona del barrio del Carrilet «dentro de unos años». Un proceso que, como también se había anunciado este pasado enero, se hará a partir de la participación ciudadana, que podrá sugerir o exponer posibles necesidades, eso sí, a partir de septiembre.

El alcalde Carles Pellicer, la vicealcaldesa Noemí Llauradó y la edil de Urbanisme i Mobilitat, Marina Berasategui, ahondaron un poco más en cuál sería la transformación del barrio: expusieron que las infraestructuras de los alrededores –como la estación de autobuses o la futura estación de Bellisens– «unirán diferentes barrios y se interconectarán, impulsando además la movilidad sostenible a través de la red de carriles bici (ya proyectada para realizarse en la ciudad)».

A todo esto y, como novedad, ayer expusieron que la transformación arrancaba con una partida de 800.000 euros, en la que se contempla la «posible modificación del Pla General, el anteproyecto técnico de toda la zona, y el proyecto básico y ejecutivo de una primera fase de la transformación». La realización del proyecto irá más allá del mandato actual y las primeras obras ya prevén realizarse de cara al próximo.

Traer «más vida»

Una de las máximas en las que Llauradó hizo hincapié fue en la de traer «más vida» al barrio; quieren atraer tanto a gente del Carrilet como de fuera. «Nuestra voluntad es que haya más vida cotidiana y generar más cohesión social; hemos de generar dinamismo, atraer a gente joven en proceso de emancipación, apostar más por la cultura y la movilidad sostenible, así como potenciar la conectividad. Este es un proyecto urbano al servicio de las personas», completó. De hecho y por ello, quieren realizar el proceso participativo, para «crear un debate colectivo y detectar necesidades para establecer un diálogo sobre el futuro», añadió.

La realización de las primeras obras del plan están previstas para el siguiente mandato

Lo expuesto se articula a través de un listado de «usos», en los que se contemplan los siguientes: un uso vinculado a los jóvenes, donde se plantea ubicar un albergue-residencia para ellos, que durante el curso escolar pueda funcionar como residencia de estudiantes y –llegados los fines de semana o las vacaciones–, puedan ser albergues familiares; otro uso está vinculado a la cultura, donde se incorporaría, un equipamiento pensado para entidades y artistas; le seguiría una funcionalidad relacionada con la movilidad y el transporte, en la que la estación de autobuses y su remodelación serían la prioridad. En este último caso, Berasategui expuso que «la estación ya pasó por un proceso de mantenimiento y que, ésta vez, querríamos poner en marcha una transformación física; para ello, habrá que mantener conversaciones con la Generalitat, pues es la titular». En este sentido, la concejal de Urbanisme i Mobilitat aprovechó la ocasión para recordar el uso de transporte más sostenible.

El proyecto cuenta con más «usos»: está el de carácter económico, donde se propone crear desde espacios de coworking para jóvenes hasta de restauración; habría otro uso residencial, donde más allá del albergue-residencia se incluiría vivienda dotacional para jóvenes, donde se potenciaría la creación de zonas verdes a su alrededor, calles más amables y una «mejor» regulación del espacio público. Por otro lado, en el entorno del Carrilet también se prevé dedicar un espacio de venta de producto fresco y de proximidad, del que se desconoce el formato y la ubicación todavía, pero al que –según Llauradó– «podríamos llamar mercado».

¿De dónde venimos?

El proyecto, como decíamos, ya fue avanzado, a grandes rasgos, en enero de este año; el mismo día en que el gobierno anunció que el Mercat del Carrilet no cerraría este verano, tal y cómo estaba previsto, y que estaría abierto hasta 2024. «No nos podíamos permitir el cierre de 14 paradas y la pérdida de 25 puestos de trabajo», dijo, por aquel entonces, Pellicer. Defendió el proyecto de urbanización como un paso adelante «para replantear la zona y dignificarla». El contexto, si más no, era ( y es) complejo: las paradistas habían estado cerca de un año entero reivindicando en las calles una solución a la «falta de plan de futuro» del Mercat del Carrilet; incluso, la vecindad contemplaba el Mercat como un elemento que «da vida» a la zona sur. «Cuando cierre –dijeron algunos vecinos consultados a principios de año– la zona se va a quedar muerta». La centralidad, por otro lado y observaron entonces, «nos sirve de más bien, poco».

Desde la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), su presidente, Marcos Massó, expone, sobre todo el proyecto, que «aún es muy temprano para hacer una valoración». En todo caso, los miembros de la FAVR, indica, tendrán una reunión durante esta semana y lo comentarán.

Los ejes, conectados

La transformación que nos ocupa pasa por replantear el espacio que, a día de hoy, ocupa el Mercat del Carrilet, la plaza de su alrededor y la estación de autobuses. «Queremos unir los barrios y construir más de un edificio, no se tratará de un equipamiento concreto, sino que se le dará una pluralidad de usos; queremos que haya salas polivalentes para crear espacios híbridos y compartidos, fomentar la interrelación», expuso Berasategui. Por su parte, Pellicer destacó que «éste es un proyecto de ciudad y el objetivo es hacer que prospere». «Queremos hacer del barrio una zona de crecimiento, donde haya una gran conectividad y más actividad», resumió. El avance de la estación de Bellisens fue otro de los ítems estrella seleccionados durante su intervención. «Que estará acabada entre 2024 y 2025. La red de carriles bici, además, hará que los ejes norte y sur se unan. La interconectividad de la ciudad es algo que está contemplado en el Pla d’Acció Municipal (PAM 2019-2023)», recordó.

Así pues, el Carrilet conectará los ejes norte-sur y este-oeste. En primer lugar, la unión irá de la actual estación de trenes hasta el campus de la Universitat Rovira i Virgili y el Hospital Universitari Sant Joan de Reus a través de los paseos, o bien por la calle Ample, arravales hasta la calle Escultor Rocamora y a través del parque de Mas Iglesias llegando al campus universitario y el hospital por el nuevo paso de ciudad de la nueva estación de Bellisens.

Por otro lado, esta interconectividad debe permitir, también, una conexión transversal de este a oeste a través de las calles Benidorm, Macià Vila, Joan Miró, Francesc Macià hacia Carles Riba y enlazándose hacia los barrios de La Pastoreta, el Carrilet y Mas Iglesias.

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