Este viernes poco antes de las 11 horas aterrizaba en el aeropuerto Josep Tarradellas-El Prat un Boeing 737-800 (jet bimotor) de la compañía Ryanair. Lo hacía con 22 pasajeros y la tripulación sin ningún problema.
Sin embargo, el avión no debía aterrizar en Barcelona, sino en Reus, el aeropuerto de destino. La razón del cambio de aeropuerto se debió a un problema en los flaps de las alas. Este handicap implicaba la necesidad de una pista más larga para un aterrizaje seguro y el aeropuerto de Reus no tiene los metros suficientes de pista.
Por ello, se decidió cambiar el aterrizaje y garantizarse así un vuelo con final tranquilo y sin riesgo para nadie. Fuentes de Ryanair han explicado que “el vuelo procedente de East Midlands con destino Reus se ha desviado a Barcelona debido a un problema técnico menor con la aeronave. De acuerdo con los procedimientos, la tripulación notificó a tráfico aéreo y la aeronave aterrizó normalmente en Barcelona, donde fue inspeccionada por los ingenieros de Ryanair. Para minimizar el retraso, los pasajeros han sido embarcados en un avión de reemplazo que ha despegado hacia Reus. Ryanair pide disculpas sinceras a todos los clientes afectados”.
La incidencia activó el Pla d'Emergències AEROCAT en fase de Prealerta, informó Protecció Civil de la Generalitat. Una vez la nave toco tierra y se comprobó que todo el mundo estaba perfectamente, se anuló la prealerta.