«Todos hemos caído en la radiofórmula»

El barcelonés Ernest Armengol empezó a tocar la batería con 16 años, pero el éxito le llegó con el micrófono. En 2003 se convirtió en el vocalista de Sol Lagarto, formación con la que compartió cartel y escenario con Fito & Fitipaldis, Whitesnake, M Clan o Steppenwolf. Tras su disolución se embarcó en su proyecto más personal, Matilda Blue, con el que acaba de lanzar su segundo disco, De ayer ya hace tiempo, grabado en La Casamurada de Banyeres del Penedès. Este jueves, a las 23.30 horas, lo presentará en el Absenta de Reus. La entrada es libre.

¿El paso del tiempo es malo o bueno?

No es ni negativo ni positivo, es inevitable. Pero nosotros lo vemos como un aprendizaje para seguir caminando siempre adelante.

Se nota cierta nostalgia en sus canciones.

Es verdad que la nostalgia impregna el disco, pero queremos reivindicar la nostalgia positiva, la que mira atrás con una sonrisa, Pero, como decía antes, siempre pensando en seguir avanzando y aprovechando esas experiencias pasadas para saber dónde pisar.

¿Qué echa de menos?

Más música como la de los 60, 70 y 80. Sin tantos clichés y sin miedo a experimentar, con atrevimiento.

¿La música de ahora es más conservadora?

Por supuesto, de algún modo todos hemos caído, en mayor o menor medida, en las redes de la radiofórmula. Por suerte, hay quien vuelve a hacer temas de seis minutos y a quien no le guste...

Su carrera se ha movido principalmente en el rock, pero con Matilda Blue se acerca más al soul. ¿Por qué esta transición?

El rock ha estado presente en mi vida durante los 15 años que he formado parte de Sol Lagarto, por tanto es inevitable que lo empape todo, pero sí que es verdad que el soul es el estilo musical que más me emociona, el que escucho más a menudo. En este disco hemos querido poner algunas pinceladas sonoras que nos acercaran un poco a este género. Solo con intentar hacer soul ya me siento feliz.

¿Qué hace ahora que no hacía con sus grupos anteriores?

En Matilda hago lo mismo que hice siempre, componer y cantar canciones. Quizás es el lugar donde fueron a parar todos aquellos temas que, por una cosa u otra, no tuvieron salida. Así que, de algún modo, Matilda es una parte muy importante de mí mismo.

¿Cómo fue la grabación del álbum en La Casamurada?

Conocía el estudio por grabaciones que había escuchado y sabía que es un lugar muy especial y acogedor tanto por sus anfitriones, Jesús (bajista de Lax’n’Busto) y Eli, como por la atmósfera de calma que se respira. Así que ni me lo pensé. Nos instalamos ahí unos días todos juntos, que es la mejor manera de sacar provecho y de que las ideas fluyan.

Jesús Rovira le ofreció después ser uno de los cantantes del disco ‘Polièdric’ de Lax’n’Busto. ¿Cómo fue la experiencia?

Participar del último disco y la gira con Lax’n’Busto fue una pasada, una experiencia inolvidable.

¿Seguirá vinculado al grupo de El Vendrell?

Si por mí fuera, repetiría mañana mismo con los ojos cerrados. ¿Dónde hay que firmar?