Trapezi: El espectáculo de la sencillez

La exhibición del Circ Bové, 'Vincles', triunfó ayer sábado en la Plaça de la Llibertat con sus variados números de contorsionismo sobre un sencillo elemento compuesto por cañas de bambú

19 mayo 2017 19:21 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:19
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Dicen que la imaginación es aquella facultad que tenemos las personas cuando representamos de forma mental sucesos o imágenes que realmente no existen y que no están presentes en la realidad. Otros también atribuyen su significado a la capacidad de concebir proyectos o creaciones innovadoras. Con imaginación y originalidad se plantó la compañía balear Circ Bové en la Plaça de la Llibertat. Su espectáculo Vincles fue un verdadero éxito. Y es que las sillas dispuestas al rededor de la construcción de cañas de bambú –a partir de la cual se construyó el espectáculo–, ya estaban ocupadas minutos antes del inicio de la función.

El reparto de profesionales generó una tremenda atracción en el público que, aún siendo las 13.15 horas del mediodía, fue aumentando. La estructura escénica estrella, aunque sencilla, fue la protagonista principal del número. Contorsión y movimientos combinados con malabares dejó a más de uno boquiabierto.

Barriles lúdicos

Siguiendo la línea de la sencillez. El Circ de les Musaranyes también arrasó ayer en el Centre d’Art Cal Massó. El colectivo catalán participante en la Fira del Circ de Catalunya de ofreció el espectáculo infantil Bótes, en el que se dispuso un conjunto de barriles concebidos para el disfrute y la diversión de los más pequeños.

Y es que los recipientes de madera lucían, reaprovechados, formas aisladas de lo que se entiende estrictamente como ‘barriles de vino’. Con uno de estos ‘contenedores’ vinícolas repleto de agua y jabón para hacer burbujas, se dio la bienvenida a familias al completo que, madrugadoras, habían hecho ya tiempo en el parque de delante del centro de arte. Se invitó a los visitantes al «mundo de los barriles de vino», en el que la imaginación y la magia cambian de significado con mil y una posibilidades de generar diversión.

«Ahora sujétate bien. Aquí tienes que dominar el equilibrio cogiéndote de esas cuerdas», aconsejó un padre a su hijo mientras éste probaba emular al más profesional de los equilibristas. Entre otras capacidades, el equilibrio y la coordinación fueron unas de las características estrella impulsada por cada una de las paradas y zonas de ocio. El rincón de las pinturas también fue un éxito. Relieves y grandes extensiones de papel poblaron el suelo para aquellos niños cansados de actividad física. Balancines y estructuras imposibles fueron también atracciones para padres, quienes finalmente intentaron probar suerte con barriles transformados. Dos horas completas de actividad fueron el aperitivo de ayer sábado del Trapezi en un día en el que lució el sol a pesar del viento.

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