Un farmacéutico del Hospital de Reus inventa un dispositivo para triturar fármacos peligrosos

El objetivo es que los cuidadores puedan manipular los medicamentos sin riesgos

28 julio 2019 17:00 | Actualizado a 01 agosto 2019 12:20
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En la planta subterránea y secreta del Hospital Sant Joan de Reus, donde se encuentran todos los medicamentos, trabaja Carlos Vidal, farmacéutico especializado en Oncología. Vidal se ha embarcado, a título personal, en un proyecto que consiste en un dispositivo cerrado que permite triturar y disolver fármacos peligrosos sin que estos supongan un riesgo para la salud de cuidadores y personal sanitario.

«En España y a nivel internacional existe una normativa que obliga al personal sanitario a trabajar con sistemas cerrados que eviten la exposición a los medicamentos peligrosos», declara el farmacéutico, refiriéndose al Real Decreto 665/97.

Aunque exista esta normativa, se produce un vacío en la legislación actual porque, hasta el momento, nadie había inventado antes un dispositivo que permitiera a los cuidadores y usuarios de esta medicación poder prepararla de forma hermética sin tener que exponerse a los riesgos de los fármacos peligrosos. «Los riesgos potenciales a los que se exponen los pacientes o los familiares que trituran los comprimidos podrían ser malformaciones, pérdida de fertilidad y modificaciones en el ADN», señala el propio Vidal.

Tras darle muchas vueltas, Carlos Vidal ideó un dispositivo que permite triturar el medicamento sin tener contacto directo y, por lo tanto, evitando cualquier riesgo de exposición.

Cierre hermético

El invento consiste en una bolsa hermética, de material compatible con la medicación, con dos aperturas. La primera es por donde entra el comprimido, con cierre hermético, para poder triturarlo con cualquier herramienta que se comercializa, como un rodillo.

En el otro extremo de la bolsa hay una llave de tres pasos, con una válvula que se conecta a una jeringuilla. Ésta permite inyectar el agua necesaria para la disolución del fármaco y, cuando el medicamento está listo para ser administrado al paciente, se transporta a través de la misma jeringuilla. Para los pacientes que se alimentan mediante sonda, el sistema también permite la conexión con esta.

La comercialización de este producto, que ya tiene la patente en activo, daría respuesta al vacío existente en la normativa de la legislación española. Vidal matiza que para los medicamentos de administración intravenosa ya existen sistemas cerrados que evitan la exposición a los medicamentos peligrosos, pero afirma que «para la administración enteral, este es el primer dispositivo capaz de evitar la contaminación del ambiente al preparar la disolución».

Necesidad de consenso

Cabe recordar, que en la actualidad, los medicamentos que necesitan ser triturados continúan preparándose en un vaso cualquiera y con un mortero de cocina. «Los familiares de pacientes con cáncer continúan preparando las disoluciones en un vaso y contaminan el ambiente exponiéndose a los riesgos de una medicación tóxica», señala el farmacéutico, especializado en Oncología.

Sin embargo, el dispositivo sigue siendo un folleto patentado sin explotar. Carlos Vidal ya ha presentado el proyecto a diferentes multinacionales y, en estos momentos, está a la espera de una respuesta.

El farmacéutico del Hospital de Sant Joan de Reus también explica que «el camino fue muy largo porque la concesión de una patente nacional tarda un año y aún queda elegir en qué países internacionales quieren patentar el invento».

Además, Carlos Vidal cree que este invento puede extrapolarse en el sistema veterinario porque «la oncología en los animales cada vez está más avanzada y la normativa es la misma. Los veterinarios y los propietarios de los animales también podrían evitar los riesgos de estos fármacos con este dispositivo», añade el farmacéutico.

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