Un gobierno municipal inmunizado

Ayuntamiento. El pacto entre JxCat y ERC tiene mejor salud en Reus que en Barcelona. Las dinamicas políticas estatales se notan en la oposición

07 junio 2020 10:20 | Actualizado a 07 junio 2020 11:06
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Veremos cuántas de las cosas que trae el Covid-19 han venido para quedarse. En el ámbito de la movilidad urbana, el pasado viernes se estrenó la peatonalización en horario de mayor concurrencia –de 18:30 a 21:30 horas– de dos carriles de la avenida Sant Jordi, el tramo inicial de la calle Sant Llorenç, el arrabal de Santa Anna y la calle Escultor Rocamora. El objetivo de acotarlas para el uso exclusivo de peatones es facilitar la distancia de seguridad entre personas en la vía pública y reducir el riesgo de contagios. Es una medida provisional, pero el Ayuntamiento reconoce que servirá de prueba piloto para futuras revisiones del plan de movilidad de la ciudad.

Estos y muchos otros cambios están a la vista, pero el coronavirus también está generando movimientos telúricos cuyo alcance habrá que ver. En política algo se está notando. Así empiezan a apuntarlo los estudios de opinión, más allá del aumento de la crispación y de la creencia de que los políticos forman parte del problema más que de la solución. 

Una tendencia llamativa es la que refleja la última oleada del informe del gabinete Ceres sobre cómo afronta la ciudadanía de Catalunya la situación provocada por la pandemia. Según estos datos, los catalanes siguen suspendiendo al Gobierno español y a la Unión Europea, pero mejora la percepción sobre ambos. Por su parte, el Govern de la Generalitat y la OMS mantienen el aprobado, aunque se reduce la valoración de su actuación. La puntuación de los ayuntamientos es la que se mantiene estable, con un 5,5 sobre 10.
Una posible explicación es que la mayoría de ayuntamientos han afrontado la crisis mucho más enfocados en la gestión del día a día que en la de la política, cosa que no ha sucedido en otros niveles. El Gobierno de España, los de las comunidades autónomas y los partidos presentes en el Congreso han protagonizado espectáculos poco edificantes pensados para sus fieles y para arañar electores a la competencia antes que para el interés general. 

En los ayuntamientos hemos visto gestos impensables en otras administraciones. Un buen ejemplo fue la foto del consenso de todos los partidos con representación municipal en Reus, junto con los agentes económicos y sociales, alrededor del Plan de Reactivación Económica y Social. Aún es muy pronto para calibrar su utilidad y su durabilidad, pero este era un primer paso inexcusable. Para algunos incluso habrá sido un déja vu de aquel viejo oasis político reusense que saltó por los aires hace una década.

Por obvio que resulte, es bueno tener presente las conclusiones de la consulta ciudadana puesta en marcha por la Regidoria de Salut: la recuperación económica y la de la salud física y emocional son las principales preocupaciones de la población. No otras, por mucho que los sondeos también detecten que las percepciones y valoraciones de los encuestados pocas veces habían estado tan cautivas de sus postulados políticos.

Reposicionamiento de Cs

Algunas dinámicas de la política municipal reusense son claramente propias. La más destacable es que la coalición de gobierno entre JxCat y ERC –con Ara Reus de tercer socio– prosigue inmune, al menos en apariencia, a las escaramuzas que ambas formaciones libran a diario y sin descanso tanto en el Govern de la Generalitat como en Madrid. Un año después de las municipales, el pacto entre Carles Pellicer y Noemí Llauradó parece gozar de bastante mejor salud que el que pilotan Puigdemont/Torra y Junqueras/Aragonès. Lo cual tampoco es difícil.

Otras dinámicas tienen cierto aire de importación, aunque no por ello son menos bienvenidas. Es el caso del reposicionamiento de Ciudadanos. Su portavoz municipal, Débora García, escribía hace unos días en el Diari que «estamos satisfechos de que en Reus hayamos apostado por la unidad ante una situación como la actual, firmando unos Pactos de la Reconstrucción en donde se han tenido en cuenta las aportaciones que realizamos desde Ciudadanos junto a las que aportaron tanto el equipo de gobierno como el resto de partidos de la oposición, agentes económicos, sociales e institucionales. Éste es el camino que debemos seguir». Tras leer estas frases, cuesta no pensar en el giro estratégico que está impulsando Inés Arrimadas.

Y también cuesta no pensar en la política nacional y en el gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos cuando, al hablar de los problemas de inseguridad e incivismo que denuncian los vecinos del barrio de la Sardana, el grupo municipal del PSC valora «muy positivamente los contactos que sobre esta cuestión ha hecho con la dirección de la formación política En Comú Podem Reus».

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