Un proyecto en el que la creación parte de las emociones

Cultura y educación fusionadas en un proyecto, y todo gracias a la inventiva de jóvenes y niños. A partir de esta idea, surge la exposición Lligams, mirades que connecten –una muestra impulsada por Còdol Educació–, que se puede ir ver hasta el 14 de junio en el Museu de Reus de la plaza de La Llibertat.

La iniciativa bebe de un proyecto educativo llevado a cabo por la entidad reusense con los alumnos de la Escola Prat de la Riba, tarea en la que ha colaborado Museus de Reus, así como las concejalía de Cultura y Educació del Ayuntamiento de Reus, la Diputació de Tarragona y la Fundació Privada Reddis.

Lligams, mirades que connecten trata dos cuestiones clave de la situación actual: la crisis sanitaria y la emergencia climática. «El grupo de jóvenes vino a ver la exposición Coses de Reus y les propusimos que trajeran al museo algo suyo, personal, que fuera un tesoro para ellos, para así exponerlo en el pasillo; a partir de aquí, hablaron de las emociones y, todo ello, se relacionó con las piezas que podíamos encontrar en el museo», explicó el día de la presentación Maria Adzerias, de Còdol Educació, quien junto a Albert Morelló, expusieron cómo evolucionó todo.

Preguntas trascendentales

Los más pequeños, por otro lado, trabajaron los diferentes elementos –el fuego, el agua, la tierra y el aire–, e iniciaron un trabajo de investigación a partir del cual se plantearon preguntas trascendentales como: por qué el viento no se ve, cuál es el origen de la vida; hubo otras, también, curiosas como: cómo eran los huertos en antaño y como son los de ahora, un claro homenaje al agricultor, o si la Boca de la Mina era de piedras preciosas.

«Se han creado obras que representan todas estas cuestiones, de una manera imaginativa; se aprovecha, además, el espacio expositivo de Coses de Reus. En este prueba piloto, se ha demostrado el valor del arte en mayúsculas, que la creación parte de las emociones», completó Adzerias. Desde la entidad destacaron, también, que es importante que «las familias lleven a sus hijos al museo».