Una exposición ahonda en recuerdos de los orígenes de los barrios Fortuny y Gaudí de Reus

«Llegué con dos años al barrio Fortuny, una época en la que daban pisos a matrimonios jóvenes venidos de pueblos cercanos y de fuera de Cataluña, por etapas, según se iba ensanchando el barrio. Recuerdo, también, que hubo muchos servicios y la zona estaba bien surtida», describe la presidenta de la asociación vecinal del barrio Fortuny, Cori Balanyà. Todo «ha evolucionado mucho y, hoy, hay una gran riqueza cultural; la convivencia es la clave», completa. Le preguntamos a Balanyà cómo recuerda los inicios del barrio a propósito de la iniciativa de Ro Caminal.

Y es que la artista, ganadora del Premi Beca d’Art Contemporani Fundació Reddis Biennal 2020-2021, presenta una exposición dual –Immediacions– dedicada a dos barrios de vivienda social que, en sus inicios, estuvieron alejados del núcleo urbano:  en este caso, el ya mencionado barrio Fortuny y el Gaudí. Ambos cuentan con un espacio expositivo propio: el Fortuny en el Centre de Lectura y el Gaudí, en la galería Antoni Pinyol. Las dos instalaciones pueden irse a ver hasta el 3 de mayo. La investigación transdisciplinar de Caminal profundiza en la vida de muchas personas, ahonda en cómo recuerdan éstas los inicios y la construcción de los barrios (lo hace mediante entrevistas, hechas en plena llegada de la pandemia y con materiales cedidos del Centre de la Imatge Mas Iglesias). 

En el Centre de Lectura, a través de diferentes piezas audiovisuales –reproduciéndose simultáneamente en diferentes pantallas–, Caminal reconstruye historias del barrio Fortuny. «A través de varias conversaciones, se abordan temas como el rol de la mujer en casa, tiempo atrás, y en la familia tipo del momento», resume. Destaca, también, que «familias monoparentales no podían acceder a una vivienda de estas características».  

Caminal señala que la vecindad recordaba, sobre todo, «las cosas buenas». «Enfatizo la memoria selectiva con la que la gente idealizaba el pasado, de cómo vivía en el barrio en los 70, en plena dictadura», y cita un ejemplo: «En uno de los vídeos,  Reconstruccions, un vecino dice que ‘vivir en el barrio era como vivir en el paraíso’».

En la Galeria Antoni Pinyol, por otro lado, se muestran diferentes elementos que interactúan con el público y hablan del barrio Gaudí. «La importancia de mostrar un vídeo con los edificios de Bofill radica en comentar su funcionalidad. Critico la arquitectura moderna y sus desajustes. Allí se crearon zonas comunitarias que, hoy, están vacías. Comento cómo la planificación y las necesidades que caen en desuso», manifiesta. Destaca, además, un cartel que muestra uno de los edificios con el siguiente mensaje: «No quiero impresionarte, pero soy del barrio Gaudí». De esta manera, se manifiesta «el sentimiento de pertenencia de la vecindad», indica. Expone, también, el «aislamiento» del barrio por las vías del tren (véase la imagen), mostrando los accesos de éste.  

«El trabajo de Ro va más allá de la sociología. Es una obra de arte con una visión única. El cartel, por otro lado, es la esencia de nuestra asociación. Con la exposición, toca el tema de la vivienda, muy importante. Se tiene que trabajar por un alquiler social y asequible», destaca Antonio Montoya, de la entidad vecinal del barrio Gaudí.