Hasta 385 familias reusenses se encuentran, con datos del cierre de 2022, inscritas en el registro de solicitantes de viviendas de protección oficial (VPO) de la Agència Catalana de l’Habitatge, a la espera de un piso. En la ciudad, en el último año no consta que se haya iniciado ni un solo inmueble de estas características. Y las más recientes promociones municipales se impulsaron hace ya una década. Ahora, emergen tres nuevos focos de iniciativa pública: La Hispània (60), El Carme (27) y Mas Iglesias (132) deberían generar 219 VPO a medio plazo.
La intervención de mayor envergadura en cuanto a cantidad de pisos previstos y, a la vez, la que ha empezado a tomar forma hace menos tiempo, se localiza en Mas Iglesias. Esta misma semana, el Ayuntamiento, a través de Redessa, sacó a concurso un derecho de superficie a 75 años sobre el número 24 de la calle Jaume Vidal i Alcover. El objetivo es que en el solar, de 2.000 metros cuadrados, se construyan hasta 132 viviendas de protección oficial de alquiler, con dos y tres dormitorios y en una altura máxima de planta baja más seis.
«En el barrio y en todo Reus hay necesidad de pisos protegidos. Así que vemos positivamente esta iniciativa», apunta el presidente de la Associació de Veïns El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet. «Siempre digo que nos encontramos en una zona privilegiada, muy bien situada y con muchos servicios, y está bien que crezca», precisa.
Pero llama la atención sobre un asunto. «Hay un problema y es que tenemos muchos bajos comerciales vacíos que hacen que algunas partes se vean desangeladas. Ya hablamos con el Ayuntamiento y lo seguiremos haciendo. Y quizá desarrollar aquí un proyecto como el del centro serviría», señala Jornet en referència al Reus Espais Vius.
La intervención en Jaume Vidal i Alcover es susceptible de subvención de Next Generation, con un tope de 3,3 millones de euros. Para obtenerla, quien ejecute la construcción y la gestión de los pisos tendría que acabar las obras en junio de 2026.
Consultada sobre la demanda de VPO en Reus, la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Sandra Casanova, apunta que «los pisos sociales no son suficientes y la cola de la vivienda seguirá creciendo. Hay mucha inestabilidad y el próximo invierno será realmente complicado».
«Hemos visto ya multitud de proyectos que nunca se concretaron o lo hicieron con cuentagotas», lamenta, e incide en que «queremos sentarnos con el nuevo gobierno en septiembre y ver hechos concretos y no ilusiones. Hay que lograr que Reus sea un lugar libre de desahucios y con un parque decente».
«Cuando haya inquilinos en las viviendas que se anuncian, entonces podremos decir que la cosa se ha hecho», indica Casanovas. «¿Se necesitan pisos? Sí. ¿Hay muchos pisos cerrados? También. ¿Esperamos que el nuevo gobierno lleve a cabo estos proyectos que ya se dibujaron con el anterior? Claro. Pero mientras que no sea tangible, mientras las familias no tengan las llaves y entren a las casas, no lo podemos creer. Queremos hechos», destaca la portavoz de la PAH.
En convivencia con la renta libre
También durante este verano se han iniciado los pasos para la regeneración urbanística del barrio del Carme, que incluirá 27 viviendas de protección oficial programadas en coordinación con la Agència Catalana de l’Habitatge y promovidas directamente o indirectamente por el Incasòl, más otras 43 de renta libre.
El presidente de la Associació de Veïns L’Harmonia del Carme, Josep Machado, expresó la semana pasada a este rotativo el deseo de que «los trámites no vuelvan a paralizarse como ya ocurrió antes, porque llevamos 20 años esperando». Y urgió a culminar la transformación «en los próximos cuatro años». La reforma incluye también un parking subterráneo y un Centre d’Atenció Primària que supondrá el desdoblamiento del CAP Sant Pere.
Por último, el complejo que más trayectoria acumula sin haber llegado aún a materializarse es el de La Hispània. Este contempla que se levanten, en la actual zona azul de la Riera Miró, 60 VPO de dos y tres habitaciones –48 de ellas gestionados por el Ayuntamiento y 12 de gestión privada– más otros tres inmuebles de renta libre. También se planteó la excavación de un parking.
Los trabajos para todo ello se adjudicaron por unos 22 millones de euros, con tres años de obras por delante, y a finales de junio se realizaron las primeras catas en el terreno, afectado por contaminación derivada de la actividad de las antiguas cocheras. En la Associació de Veïns de Horts de Miró están a la espera de movimientos.
Redessa Habitatge, la promotora municipal, gestiona en régimen de alquiler 160 viviendas de protección oficial repartidas en los conjuntos de Granja Massó (16), Mas Bertran I (30), Mas Bertran II (68) y la Patacada (46), que fue el último. Hace años que todos ellos alcanzaron ya la plena ocupación. Redessa también rehabilita pisos de la Casa dels Mestres para colocarlos bajo su mano y orientarlos al alquiler social, y lidera la Borsa de Lloguer Assequible.