Del tren al ‘bicing’, décadas después

Movilidad. La estación de Bellissens y la bici compartida pueden, al fin, dejar de ser una reivindicación para ser una realidad

26 julio 2021 14:40 | Actualizado a 26 julio 2021 16:29
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El Ayuntamiento de Reus ha dado un importante paso adelante en su azaroso camino para lograr que la estación de Bellissens sea una realidad. Dos décadas después de iniciar las reivindicaciones de esta infraestructura clave para la movilidad, finalmente parece que será una realidad en 2025.

Más allá de su lógica necesidad –se estima una demanda potencial de 1.400 pasajeros diarios– esta vez existen indicios para creer en su llegada. Sobre todo, después de que el pleno aprobara el viernes un convenio de colaboración con Adif para su construcción. Pero aún así, experiencias previas me hacen ser todavía un tanto desconfiado con el futuro de esta estación. No sería la primera vez que un proyecto que cuenta con la aprobación desde Madrid termina en agua de borrajas. El ejemplo más palmario es el de la estación intermodal en el sur del Aeropuerto que, recordemos, llegó a iniciar los trabajos antes de su paralización. Y de esto hace ya más de 10 años.

La reactivación del proyecto –apuntar que el Senado aprobó hace unas semanas una moción de JxCat instando el Gobierno a su «ejecución»–sería igual o más necesario que el proyecto de la estación de Bellissens. Ahora, además, está sobre la mesa el debate sobre el futuro del Aeropuerto de Barcelona. Un plan, también dependiente de Madrid, que pasa por su ampliación más que por mejorar la red ferroviaria y potenciar los aeropuertos de Reus y Girona.

En este sentido, leía hace unos días un artículo del economista Miquel Puig en el Ara que apostaba por romper el marco mental propuesto por Aena y plantear una solución bastante novedosa. Ésta pasaría por construir una pista de grandes dimensiones en el Aeropuerto de Reus. Su planteamiento descarta la ampliación de Barcelona, por sus grandes costes económicos y medioambientales, y asegura que Catalunya necesita de una segunda pista larga que permita absorber más tráfico y hacerlo en las horas más demandadas y sin hacer diferencias entre aerolíneas convencionales y de bajo coste. Y todo ello, obviamente, cumpliendo con la reivindicación de mejorar la conexión ferroviaria en el territorio. Para tener muy en cuenta...

Pasear sobre dos ruedas

La materialización de todos estos proyectos darían un empuje a la movilidad sin precedentes. La cuadratura del círculo supondría hacer efectivo el anuncio hecho también la semana pasada sobre la implantación del ‘bicing’. Un plan que contemplaría la instalación de una docena de puntos de recogida con un volumen de entre 150 y hasta 200 bicicletas.

Como en el caso de la estación de Bellissens, la puesta en marcha del ‘bicing’ surge ahora de nuevo dos décadas después de promesas, reivindicaciones y proyectos anunciados, en aquella ocasión, por otro gobierno municipal. Así es que, en este caso también, me mantendré un tanto a la expectativa. No obstante, la gran diferencia es que el proyecto depende exclusivamente del consistorio y de su voluntad final de que termine siendo una realidad.

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