Denuncian el impacto de las canteras y la posible creación de una planta de asfalto en Vilanova d'Escornalbou

Vecinos del municipio y la plataforma Prou Extractives a Vilanova d’Escornalbou lamentan que las empresas extractoras «destruyan, desde hace años, el patrimonio natural»

11 febrero 2022 13:18 | Actualizado a 11 febrero 2022 14:26
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Vecinos de Vilanova d’Escornalbou, y de otros municipios cercanos, denuncian la presencia de «cinco canteras en el territorio que llevan cambiando y destruyendo el aspecto de la zona ya hace mucho tiempo», expresan desde la plataforma Prou Extractives a Vilanova d’Escornalbou (PEVE). La entidad, con «una cincuentena de activistas aproximadamente», denuncia la presencia de empresas extractoras, que «están cambiando, completamente, el territorio que conocemos, perjudicando así nuestro patrimonio cultural y natural, así como el turismo rural», dice el presidente de PEVE, Toni Huerta. Luchan, expone, contra la «explotación que se realiza en las canteras, que trabajan a poca distancia de la ermita de la Mare de Déu de la Roca de Mont-roig del Camp, por ejemplo, de la que se anunció el año pasado que sería declarada como Bien Cultural de Interés Nacional».

Existe la posibilidad de que una de estas empresas extractoras, añade, «quiera instalar una planta de asfalto en sus instalaciones, un proyecto que se presentó hace un par de años en el pleno municipal de Vilanova d’Escornalbou, con las consecuencias negativas que esto puede comportar; además, nos consta que estaba mal redactado y documentado». El presidente de PEVE explica que tienen conocimiento de que «las obras para la creación de esta planta se estaban empezando a realizar sin permisos; más tarde, un vecino interpuso una denuncia particular por la puesta en marcha de las obras de la planta de asfalto sin licencia urbanística autorizada y las obras quedaron en pausa, aunque sin sancionar». Tras haberse documentado, Huerta apunta que «se tendría que sancionar con efecto retroactivo a la empresa, teniendo en cuenta desde cuando han sucedido los hechos hasta la actualidad». Los vecinos lamentan que después de tanto tiempo, la presencia de empresas extractoras «se mantenga y deteriore el territorio con excavadoras y ruido. Por ello, hemos ido recopilando información y asesorándonos legalmente para poder evitar que se lleve a cabo este proyecto», cuenta.

Informa que, desde la entidad, han hecho llegar al Ayuntamiento del municipio alegaciones y requerimientos relacionados con el asunto. Desde PEVE manifiestan que el problema más grave es que «muchas de estas empresas que instalan canteras en el territorio no tienen los permisos adecuados y van trabajando hasta que llegamos los activistas; y es que no miran si una zona puede estar protegida o no tampoco», asegura.

Por ello, justifica que es importante que «preguntemos y pidamos la documentación pertinente, para corroborar si estas empresas extractoras, antes de nada, cuentan con los permisos necesarios para actuar como cantera».

La documentación

La plataforma está a la espera de que el Ayuntamiento de Vilanova d’Escornalbou se pronuncie por unas serie de requerimientos y alegaciones presentadas por parte de PEVE (también hay alegaciones de particulares y municipios), así como la citada denuncia particular. Son numerosas las alegaciones realizadas por parte de la entidad, «porque la problemática se ha prolongado en el tiempo», reconoce Huerta.

La burocracia, además, «hace más lentas la resolución del asunto y muchas de estas empresas extractoras tienen contratos de muchos años, en que una mala decisión administrativa pueden arrastrarla generaciones y generaciones. Tenemos dosis de paciencia y esperamos mejorar las cosas», destaca. En este sentido, subraya que el porcentaje de empresas extractoras del Estado que no tienen la documentación pertinente «es muy alto, un 90%, según nos hemos estado informando, y la gente lo desconoce», insiste.

Por su parte y, según las fuentes municipales consultadas por este medio, recuerdan que todas las actividades extractivas actuales «hace mucho tiempo» que están implantadas en el término municipal y que, la más reciente, hace 15 años que inició su actividad. Las mismas fuentes apuntan que las otras hace unos 30 años que trabajan en la población. Manifiestan, por otro lado, que «todas» cuentan con la licencia ambiental otorgada por la administración competente en cada caso y, en consecuencia, pasan todos los controles ambien- tales correspondientes.

Confirman desde el consistorio que hay una denuncia presentada por un particular, por el inicio de unas obras en el ámbito de la actividad extractiva y «ésta se está tramitando con los procedimientos correspondientes por parte del Ayuntamiento». Dejan claro que «no se sabe cuál era el destino de los obras iniciadas, ni si su finalidad era la implantación de la planta de mezclas bituminosas o de la actividad propia de la actividad extractiva».

En todo caso, aportan que la planta solicitada es «una de carácter móvil con una duración máxima de cinco años» y que el Ayuntamiento –declaran las mismas fuentes–, sigue todos los pasos legales para su implantación en materia de tramitación urbanística y ambiental; teniendo siempre en cuenta, añaden, que la administración local está «obligada a la tramitación de estas solicitudes y proyectos» y que «será la administración competente en cada materia la que, con la información de los diferentes informes sectoriales, decidirá si la actividad se puede implantar en el territorio».

Por otro lado y según hizo saber ayer Huerta al Diari, «el ayuntamiento nos ha contestado hace poco a una de las alegaciones que presentamos en noviembre de 2021, la gran mayoría de peticiones han sido desestimadas y aún no sabemos el paso que vamos a dar, lo hablaremos con nuestros asesores, pero seguiremos adelante con el asunto», reconoce.

Una «erosión descontrolada»

A su vez, Andreu Escolà, miembro del Grup d’Estudi i Protecció dels Ecosistemes Catalans (GEPEC) advierte sobre el tema que «el problema es cuando hay canteras paradas desde hace más de 10 años y que muchas, al cesar su actividad, no vuelven a restaurar el entorno y siguen pagando lo correspondiente por mantener la cantera en un lugar determinado. Eso provoca que, al permanecer allí la instalación, la erosión se descontrole».

Pone de ejemplo una lluvia torrencial, que «puede desgastar aun más la superficie de una cantera inactiva». Se aconseja, prosigue, que a «nivel medioambiental se restaure la zona» si la cantera no está en activo. Asegura que, algunas de las canteras de Vilanova d’Escornalbou, «están inactivas» y que su existencia tiene «una repercusión muy grande, a nivel ambiental, de biodiversidad y del paisaje», formula Escolà.

En esta línea, recuerda el caso de L’Argentera, «ahora bajo secreto de sumario», repasa. También hace una comparativa con que, «en Europa, se impulse el turismo de interior ahora y que se recuperen, incluso, caminos mientras aquí la Generalitat autoriza canteras en lugares donde no deberían de estar; es que, esta, es una de las zonas de Catalunya que más extracción de áridos tiene y deberían de situarse en otros lugares, en polígonos, y no en entornos naturales».

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