"En el proyecto de Gaudí, la torre dedicada a María era un poco más baja que las cuatro dedicadas a los evangelistas que rodean la torre de Jesucristo, la más alta del templo. Seguramente sería por algún factor estético. Pero considero que la torre de María, la Madre de Dios, tiene que ser un poco más alta que la de los evangelistas”, asegura el cardenal y arzobispo emérito de Barcelona Lluís Martínez Sistach en el libro "Un cardenal es confessa" (ed. Proa), según recoge La Vanguardia. La respuesta del papa emérito Benedicto XVI a esta reflexión de Martínez Sistach habría y, por lo tanto, el cardenal decidió seguir según sus deseos: “Como presidente de la fundación para la construcción del templo, pedí a los arquitectos que fuera así y así será. Gaudí, por su devoción a la Madre de Dios bajo las advocaciones de Misericordia, Montserrat y Mercè, sin duda lo contemplará desde el cielo con muy buenos ojos”, asegura el religioso.