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Fiebre por la lotería: más ventas que tras los Gordos de El Cachirulo e Indústries Teixidó

Los clientes llaman a la suerte ante la inflación y el atisbo de un invierno duro. Hubo demanda desde agosto. Fechas de nacimiento, de las riadas, el 22 y los clásicos 5, 7 o 13, los codiciados

27 octubre 2022 22:24 | Actualizado a 28 octubre 2022 07:00
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«El año pasado, pese a ser pospandémico, recogimos los frutos de haber dado el Gordo en 2020. Y este año, aunque ese factor no se repitió, nos está yendo incluso mejor que en 2021», comenta al Diari Òscar Bausà, responsable de La Pastoreta. El incremento de ventas que constata él lo han notado también otras administraciones de Reus, que aseguran que la demanda para estas Navidades está siendo «una locura» aunque los premios de El Cachirulo e Indústries Teixidó empiezan a quedar lejos. Pero, ¿por qué se da este fenómeno?

«Una explicación posible para el repunte», detalla Bausà, «es que las administraciones de lotería suelen percibir las crisis un año después de que ocurran». «A todos nos han dicho que este invierno va a ser duro y parece que así será pero, de momento, la gente deposita esperanzas en el sorteo porque un décimo premiado puede solucionar mucho», indica. Y dice que «pasado el invierno, si la economía empeora, quizá haya que ordenar las prioridades y esto no sea una de ellas». «Al final, somos vendedores de ilusiones», recuerda.

«2021 fue de récord y en 2022, si no hay cambios, lo mejoraremos», apunta el responsable de La Pastoreta. El interés por hacerse con un número se ha adelantado ahora y «las primeras colas las tuvimos en agosto; no son tan largas como las que hay cuando se acercan las fechas, que dan la vuelta a la esquina, pero ya las ha habido», precisa. Y mientras que el año pasado «faltó lotería y llegó un momento en el que nosotros teníamos que pedirla constantemente al organismo, porque nos quedaban números muy raros y hubo clientes que pedían superar las reservas», en esta ocasión «hemos hecho una previsión mayor», señala Bausà. Por eso, «clientes que a estas alturas ya no tenían, sí que tienen».

Los números más buscados son los acabados en 22 «por ser el año en curso». «Fechas de nacimiento, de defunciones, de catástrofes como las riadas, los incendios del verano o la del inicio de la guerra de Ucrania son lo que se agota antes», indica el administrador, y dice que «los desastres son lo que más llama la atención y la invasión rusa destaca en las combinatorias». Luego están las terminaciones tradicionalmente llamativas, como «el 5, el 7, el 13, el 15, el 69». Algunos clientes «hacen todo tipo de fórmulas», explica Bausà, pero «la mayoría coge el décimo que le des» porque «siempre queda eso de ‘el año pasado lo tenías, me lo ofrecías pero yo quise otro y tú me estabas trayendo la suerte’». La Pastoreta maneja 4.000 números diferentes. Como el sorteo se basa en 100.000 números, «tenemos un 4% de posibilidades, que es mucho, de dar un premio interesante».

«La suerte es del que la encuentra, no de quien la busca», concluye el lotero. Y sabe bien de lo que habla. En 2020, La Pastoreta repartió 240 millones de euros, 180 de ellos en Indústries Teixidó –este año se ha hecho con dos números que volaron en horas–, con el Gordo de la lotería de Navidad. En 2019, la entidad El Cachirulo regó Reus con 320 millones en participaciones de un número comprado en una administración de Salou. «La suerte, igual que las desgracias, se repite», avisa el administrador. Preguntado sobre si cree que pueda caer una tercera vez en Reus, no duda: «De momento, hemos podido comprobar que cae».

Las sensaciones positivas de La Pastoreta las comparten en la administración del Raval de Jesús, donde indican que «las ventas son muy buenas, similares a las del año pasado que fue una locura». Y en la de Països Catalans destacan que «van muy bien». «En 2021 se disparó la demanda y ahora estamos notando mejoría respecto a eso, que ya fue muchísimo», añaden, y precisan que «hay un gran movimiento en ventanilla y, sobre todo, vendemos en el territorio».

«Vimos que pueden ocurrir cosas que nunca creíamos»

El Centro Aragonés El Cachirulo de Reus acaba de inaugurar la reforma de su sede en la calle Ample, a la que ha aplicado «un lavado de cara», tal como explica su presidente, Josep Allueva. La obra se ha realizado gracias al premio que repartió la entidad en 2019 a través de participaciones con el número 26.590.

El Cachirulo cuenta con unos 150 socios y en el espacio se imparten talleres y actividades. La comunidad, muy arraigada en Reus, viene de celebrar también sus fiestas en honor a la Virgen del Pilar este octubre, con un programa repleto de actos culturales y folclóricos que es parte destacada del calendario local.

Aquel 22 de diciembre de 2019 Allueva lo recuerda como «el día en el que vimos que pueden pasar cosas que nunca creíamos». A partir de entonces, «fue un problema, en el buen sentido, gestionar una cosa tan enorme, que tuvo tanta trascendencia e implicó a muchísima gente: más de 5.000 personas recibieron algo». Las candidades «no eran grandísimas para solucionar la vida de nadie, pero algunos habrán acabado de pagar la hipoteca o se habrán podido cambiar el coche», dice. Y destaca que el premio «se repartió mucho». Tras aquello, «llega el 1 de septiembre y no queda lotería». Allueva recuerda que «antes, teníamos que insistir para vender las participaciones y ahora es al contrario, así que priorizamos a los socios». ¿Podría volver a tocar? «Claro. Si algo tenemos es la confirmación de que toca», afirma.

«La vida en Riudecols es más relajada pero no ha cambiado tanto»

«Mucha gente ha pagado la primera vivienda, otros que eran mayores han ayudado a los hijos con la casa o la educación, y también los hay que han podido viajar», explica Xavier Corominas, director financiero de Indústries Teixidó. Cuando, en 2020, en la empresa de Riudecols cayó el Gordo con el 72.897, «fue una gran sorpresa y un día de mucha alegría». El presidente del comité compró el número y «creemos que lo tenían cerca de 340 trabajadores». Corominas explica que, con el premio, «la vida en Riudecols no ha cambiado mucho, quizás es más relajada y el precio de la vivienda ha subido, pero todo se ha ido calmando con el tiempo».

El hombre al que le ha tocado tres veces seguidas el primer premio

La magia que envuelve a la lotería de Navidad deja todo tipo de anécdotas. Bausà tiene una muy curiosa. «Este año se nos presentó un señor que trabaja en Renfe y que nos contó que le ha tocado tres veces seguidas el Gordo». «Enganchó participaciones de El Cachirulo, tenía número de Indústries Teixidó y, el año pasado, el premio cayó en una estación de trenes de Madrid –la del AVE de Atocha– y, por su vínculo, también rascó décimos», dice. Ese hombre eligió este año un número en La Pastoreta y «se agotó en cuestión de una semana, pero todavía hay gente que llama preguntando por ese número porque piensan que puede haber una cuarta vez».

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