La principal preocupación de los negocios por las obras de la Plaça de la Sang de Reus desde que se anunciaron las obras fue la misma: ¿dónde aparcarán los clientes? Tener que cortar el tráfico en la zona durante unos meses para poder trabajar obligaba a los comercios a encontrar una solución para hacer que las pérdidas fueran menores pese a la reforma.
Las obras han convertido el espacio en una zona mayoritariamente peatonal, algo que preocupa a algunos comerciantes por la dificultad para estacionar que ello pueda provocar a los clientes. Y es que los cambios también han ampliado el espacio destinado a peatones hasta eliminar cualquier posibilidad de parar el coche —las únicas excepciones son dos zonas de carga y descarga que se mantienen.
Algunas tiendas, como Les Carbasses o la Floristeria Romy están ofreciendo, desde que empezó el movimiento, horas de parking gratis en El Pallol por compras en los establecimientos.
De esta manera, aunque el problema para cargar y descargar la mercancía persiste, los negocios consiguen mantener a aquellos clientes que, si no tienen donde dejar el coche, deciden no ir a comprar a los negocios de alrededor de la Plaça de la Sang.