La Boca de la Mina, un espacio para entender la relación de Reus con el agua

Rutas guiadas por este emblemático paseo, de la mano de una gota de agua, sirvieron para celebrar el Día Mundial del Agua. Se pusieron en valor los recursos hídricos y cómo se abasteció la ciudad entre los siglos XIX y XX

22 marzo 2022 18:50 | Actualizado a 23 marzo 2022 06:51
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Qué mejor forma de celebrar el Día del Agua que pasearse por el Passeig de la Boca de la Mina de Reus. «Un paseo que nos explica la historia de este recurso en la ciudad», decía ayer un enigmático personaje que representaba una gota de agua. Varios fueron los reusenses que se acercaron hasta este punto para participar de las sesiones especiales, abiertas a todos los públicos, de la Ruta de l’Aigua. Una propuesta iniciada en diciembre y que, ayer, coincidiendo con el día dedicado al agua, la concejalía de Medi Ambient del Ayuntamiento de Reus organizó una serie de pases extras.

La Font del Lleó era el punto de partida, donde se empezaba leyendo un fragmento de un poema de Gabriel Ferrater, coincidiendo que este año se celebra el centenario de su nacimiento. Y es que a través de la ruta, y con el agua como hilo conductor, se daba también un toque a la poesía y se invitaba a agudizar los sentidos.

Pero antes de nada, «¿qué es una mina de agua?», preguntaba la guía a los asistentes. «Agua subterránea», respondía rápidamente Anna, entre el público de la sesión del mediodía. Así se empezaba a explicar el origen del Passeig de la Boca de la Mina y su gran relación con el agua en una ciudad donde los recursos hídricos siempre han escaseado. «Gracias a las minas, Reus pudo sobrevivir a la falta de agua a finales del siglo XIX. Incluso hubo una fiebre, y todo el mundo empezó a buscar minas», recordaba la Gota.

Con apuntes históricos relacionados con los elementos naturales y patrimoniales que hay en el paseo, y su relación con el agua, es cómo fue avanzando la ruta, con paradas en puntos clave, como la Bassa Nova, donde se recogía agua de las minas; el Barranc del Molí; la chimenea helicoidal, vestigio del Molí Nou, que se movía con vapor; o la Bassa del Bacallà.

Los asistentes tampoco eran meros espectadores, sino que se buscaba su participación y se invitaba a que se dejaran llevar por los sentidos. En un punto del recorrido, por ejemplo, se les proponía cerrar los ojos, cogerse de una cuerda y echar a andar, guiados por la Gota de Agua. Con ello, los sentidos se agudizaban y prestaban mayor atención al tacto, a lo que pisaban, a los olores, a los sonidos...

Por otro lado, la poesía siguió presente hasta el final, donde los participantes tuvieron que usar la imaginación y unas pequeñas tarjetas con palabras sueltas para elaborar, en ese mismo momento, un poema colectivo.

«Ha sido muy interesante», relataban Josep, Àngels y Enric, tres de los participantes de la ruta. Todos ellos tienen una estrecha relación con la Boca de la Mina, «solemos venir por aquí a andar», decían. Y si ayer habían decidido hacer el recorrido era para aprender nuevas cosas sobre este pulmón verde.

«Hemos apostado por celebrar el Día Mundial del Agua con esta ruta por el Passeig de la Boca de la Mina porque se dan varios factores: por un lado, la reciente reforma del paseo, con una inversión de unos 3 millones de euros. Por otro, por el factor histórico de Reus como una ciudad que siempre ha tenido problemas de agua y la Boca de la Mina dio soluciones. Hay barrancos y minas que abastecieron la ciudad», recordaba ayer el concejal de Medi Ambient, Daniel Rubio.

Precisamente la jornada coincide en un momento de sequía, aunque estos días ha ido lloviendo, pero no todo lo deseado. «Tenemos que poner en valor los recursos hídricos que tenemos, aprovechar mucho más el agua de pozos y minas, aunque sea para regar», subrayaba Rubio.

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