La Fira reúne a diferentes tribus urbanas juveniles como los 'swaggers'

Decenas de adolescentes se congregan diariamente en los centros comerciales y grandes almacenes simplemente por ‘estar’. Emplean el tiempo en hacerse fotografías en grupo –los famosos selfies–, lucen una estética muy llamativa con distintos estilos de vestir tanto ellos como ellas y, sobre todo, exprimen el Wi-Fi disponible en los complejos comerciales para intercambiar contenidos a través de las redes sociales. Esta nueva tribu urbana se conoce como los swaggers y ya ha llegado a La Fira Centre Comercial. En su mayoría jóvenes desacomplejados que responden al término swag, utilizado por algunos cantantes de música hip-hop y rap para referirse a una persona que ‘tiene estilo’.

Las mañanas en el complejo comercial, con el alumbrado navideño recién puesto y su música de fondo, son bastante tranquilas en días laborables: los pasillos del complejo son fluidos y acogen a parejas jóvenes con hijos, gente mayor y trabajadores que aprovechan su tiempo de descanso para pasear y comprar pausadamente. Por su parte, los asientos acolchados de la planta baja permanecen casi siempre desiertos.

Pero llega viernes por la tarde y los pasillos del recinto comercial se llenan hasta los topes. Efectivamente en los asientos de la zona mencionada antes no cabe ni un alfiler. Diferentes tribus urbanas concurren la zona. Pasan la tarde paseándose, se socializan y meriendan. En la parte superior del edificio es donde se encuentra el establecimiento Ozone Bowling, un espacio donde se puede encontrar gran variedad de gente, y donde destacan, por encima de todo, los swaggers.

Según Víctor Blanco y Javier Ramos estos grupos sociales se caracterizan «rápidamente». «Los swaggers se identifican por su forma de vestir, llaman la atención y lo que quieren es que se fijen en su aspecto: llevan pantalones ajustados, el pelo rapado a los lados con un tupé exagerado y unas camisetas que parecen vestidos», aseguraba Javier Ramos. Además, añaden, que tienden al sincretismo en cuanto a la tendencia de conjuntar estilos de rap, hipster y skater. «Mezclan estilos opuestos para llamar la atención», declaraba Víctor Blanco el pasado viernes a este periódico.

El ‘postureo’

Por su parte, el neologismo ‘postureo’, también apareció de manera abundante. Este término se corresponde a aquella forma de comportamiento y pose que se guía exclusivamente por las apariencias, más impulsada por criterios de imagen que por una verdadera motivación, es decir, un exhibicionismo ligado a las ventanas públicas de las redes sociales.

Joel Bikakala de 20 años, explicaba que «mucha gente acude al centro comercial para exhibirse y para aparentar. Muchos llevan un monopatín sin saber utilizarlo. Sólo les interesa que la gente lo vea, exhibir para poder impresionar, todo para conseguir más visualizaciones del perfil de sus redes sociales».