Unas 80 personas se han citado este lunes 10 de noviembre en la plaza Mercadal de Reus. Como cada lunes por la noche, y este es el tercero, la convocatoria pretendía alzar la voz contra la subida de impuestos y tasas aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Reus hace unas semanas. Si sumamos la manifestación que se originó el día de la sesión plenaria, sería la cuarta protesta contra las ordenanzas fiscales de 2024 en la capital del Baix Camp.
En esta convocatoria, el número de manifestantes ha perdido fuerza. Las 80 personas que se han citado quedan lejos del millar de la primera manifestación o los 200 aproximados de la segunda ‘trobada’ contra la subida fiscal.
A pesar de perder poder de convocatoria, los manifestantes han seguido exigiendo una rectificación del gobierno local, han explicado a los asistentes como presentar alegaciones (presencialmente, telemáticamente o en una oficina de Correos) para que este rechazo al incremento de impuestos y tasas quede solo en gritos expresados desde un altavoz enfrente de la puerta del Ayuntamiento.
La protesta ha tenido su lado anecdótico con la presencia de un asno que portaba en el lomo una bandera catalana. La presencia del animal ha desviado por momentos las exigencias de los manifestantes, que no han dudado en llamar «usureros» a los políticos del equipo de gobierno o frases como «Sandra (Guaita), el pueblo no te quiere».
La marcha ha recorrido de nuevo la distancia que separa el Ayuntamiento de la sede del PSC, en la plaza del Castell, donde han seguido las protestas esta vez, pero, sin lanzamiento de huevos a la fachada del partido político.
