Hace prácticamente dos meses que solo vehículos autorizados pueden acceder al arrabal de Santa Anna de 11 a 02 h y, de momento, las tiendas de la zona ven más desventajas que beneficios. Y es que los comerciantes no pueden disponer de dicha autorización que, básicamente, es para vecinos empadronados en la zona, propietarios o inquilinos de parkings y servicios públicos y taxis.
La principal queja está relacionada con los problemas que tienen los transportistas a raíz del cierre del arrabal a partir de las 11 h. Piden algo más de flexibilidad y, por ejemplo, que el arrabal esté abierto en una segunda franja, durante el mediodía. El representante de los comerciantes del arrabal de Santa Anna, Marc Niubó, explica que ya han hecho llegar esta inquietud al consistorio, «y al menos parece que lo tienen en cuenta y que lo estudiarán», valora.
Comerciantes de esta área de Reus recuerdan que «no todos los repartidores pueden llegar antes de esa hora porque tienen sus rutas programadas». En consecuencia, «si llegan más tarde, tienen que dejar la furgoneta en los carga y descarga que hay en la calle de detrás [de La Selva del Camp] y, desde allí, venir con la carga, esquivando aceras y bolardos», relatan desde la tienda Crack Central de la Llar.
En otros casos, son los propios comerciantes los que tienen que ir a buscar el género. Como explican desde Matalasseria La Glòria, «hay transportistas que si tienen que dejar el género antes de las 11 h, entonces tienes que ser el primero de la ruta y eso significa estar a la tienda a las siete de la mañana. Sino, quizá llegan pasadas las once y el arrabal ya está cerrado. En ese caso, tengo que desplazarme a recoger los pedidos. Pero mi furgoneta tampoco es demasiado grande y quizá no me cabe».
Los propios repartidores también se quejan del horario. Este viernes, 29 de diciembre, un transportista que estaba descargando electrodomésticos en la tienda Mielectro explicaba que viene de Amposta. «En Reus tengo cuatro clientes y siempre tengo que priorizar el arrabal de Santa Anna», explicaba mientras no paraba de trabajar. «A partir de las once, la calle queda cerrada y no hay forma de entrar. Hay cerca una zona de carga y descarga, pero suele estar llena», añadía.
Los problemas de esta restricción de vehículos también se ha hecho notar entre la clientela. Desde Crack Central de la Llar, exponen que, en su caso, muchos clientes paraban el coche en el arrabal para cargar el género. «Tenemos vajillas y material pesado. Necesitan poder cargarlo», subrayan. Sí que tienen esta posibilidad a primera hora de la mañana, «pero hay gente que no puede venir antes», remarcan desde esta tienda que, además, dicen que no ven con esta medida «ningún beneficio, solo una acción política» y que «la zona está igual de muerta que siempre».
Fue el 6 de noviembre que el Ayuntamiento puso en marcha la regulación del tráfico en el arrabal de Santa Anna de Reus con el fin de pacificar el centro y disminuir la contaminación, en el marco de la futura Zona de Bajas Emisiones. Esto supone que de 11 a 02 h, el acceso con vehículo motorizado a toda esta zona esté restringido y que solo puedan circular vehículos con autorización.
La entrada se hace con lectores de matrícula, que detectan si el vehículo tiene autorización y, en ese caso, el bolardo se baja de forma automática. El resto de vehículos solo pueden circular por el arrabal de dos de la madrugada a once de la mañana, hora en la que todos los bolardos (un total de cinco) suben automáticamente. Éstos están ubicados en la plaza de Catalunya, entre calle de La Selva del Camp y de Santa Anna, entre la calle de Santa Anna y el arrabal, en Salvador Espriu y también en la parte del arrabal de Sant Pere, en la calle de la Mar.
De momento, la actual regulación del tráfico es una prueba piloto que se alargará hasta el 31 de enero. Un periodo que tiene que servir para resolver incidencias y plantear si hay que introducir algún cambio en el funcionamiento. Marc Niubó recuerda que las incidencias de los primeros días se han ido resolviendo «y lo que hemos trasladado al Ayuntamiento es que en algunas entradas falta visibilidad porque el conductor no sabe si el bolardo está bajado o no», relata.
Autorizaciones para acceder con vehículo motorizado
Entre las once de la mañana y las dos de la madrugada, solo vehículos con autorización pueden acceder al arrabal de Santa Anna. Tienen derecho a dicho permiso las personas empadronadas en la zona titulares de un vehículo, tanto si pagan el impuesto de circulación en Reus o en otra ciudad; propietarios o inquilinos de un parking en la zona; familiares de personas de edad avanzada (más de 70 años) residentes en esta área; y personas con movilidad reducida. Además, también están autorizados los servicios públicos y taxis; de emergencias; y sanitarios. Estos últimos, y los empadronados que pagan el impuesto de circulación en Reus, son los que han recibido autorizaciones de oficio, tramitadas por el Ayuntamiento de Reus. En el resto de casos, son los propios usuarios los que tienen que solicitar autorización de larga duración. El trámite puede realizarse presencialmente en la Oficina d’Atenció Ciutadana (OAC), en el Ayuntamiento de Reus, y también de forma telemática a través del web ‘seu.reus.cat’.
Por otro lado, existe también una autorización temporal para clientes de hoteles o alojamientos turísticos de la zona para casos puntuales de realización de actividades u obras. Hay que solicitarlo online o en la OAC.