Las Biblioteques Municipals de Reus (BMR) registraron 222.822 visitantes presenciales el año pasado, una cifra que supone un incremento de 29.196 personas respecto a lo alcanzado en 2022, que fue 193.626. «Hemos observado un incremento de los números generalizado. Hablamos ya de recuperación tras la pandemia y la subida de visitantes se explica por la cantidad de actividades que se hacen en las bibliotecas, pero también por aquellas acciones en las que dichos equipamientos participan», resume el concejal de Cultura, Daniel Recasens. Todo ello, siempre teniendo en cuenta que «habría que sumar la actividad de la biblioteca del Centre de Lectura, pues no deja de ser una biblioteca más de Reus». El concejal destaca que «ir incrementando cifras tendrá un límite de aquí a unos años, pues no se puede estar siempre subiendo».
Dicho esto, el apartado de altas de carnés es otro «logro» a destacar. Según reza la memoria anual de BMR, en 2023, hubo 2.311 formalizaciones de nuevos carnés, algo que se traduce en un incremento, respecto a 2022, de 261 gestiones más. A día de hoy, las cifras cerradas de 2023 dejan un total de 75.983 carnés emitidos en las dos bibliotecas reusenses: la Biblioteca Central Xavier Amorós y la Biblioteca Pere Anguera.
Otro de los índices en los que la concejalía de Cultura y la dirección de las BMR se fijan es en los préstamos realizados y en las edades en que estos tienen lugar. La franja de adultos es la más activa, con 64.966 préstamos en 2023, 5.503 más que en 2022 –que fueron 59.463. En la franja de infantil y juvenil, el año pasado se saldó con 36.125 préstamos, que supuso una subida de 2.309 respecto a 2022 (33.816). «Otros temas medidos, como los tiques Wi-Fi para usar Internet, los propios usuarios de Internet en biblioteca o los préstamos interbibliotecarios, son puntos que nos ofrecen información de lo que a la ciudadanía le interesa. Incluso, sin pandemia, hablaríamos de crecimiento», completa el edil.
Los clubes de lectura
Otro de los factores subrayados por Recasens es que, a raíz de la aparición de la pandemia o justo después, «hubo un arranque de varias iniciativas en las bibliotecas y, muchas de ellas, han acabado teniendo continuidad, trayendo así a gente a las bibliotecas». Por no hablar «de que se han realizado, actividades monográficas en el marco de conmemoraciones, como el Any Xavier Amorós, que movieron a muchas personas».
El edil de Cultura describe el público de las bibliotecas como uno «muy fiel»: «Hay actividades de todo tipo y para todos los públicos. Hay diferentes estilos de usuarios a partir de los cuales orientamos las actividades y, al final, al cerrar cifras en una memoria, eres consciente de la respuesta que hay y es satisfactorio, sobre todo para el equipo que hay detrás organizándolo».
Nombra la variedad de clubes de lectura generados a lo largo de los años, que han contribuido a añadir a más usuarios habituales en actividades de las BMR. En septiembre de 2023, por ejemplo, se presentó una oferta de hasta 29 clubes nuevos. «Los hay más divulgativos y los hay dedicados a la franja infantil», acota.
El concejal destaca el proyecto Alta Veu, que promueve todo lo vinculado a la lectura y lo literario fuera de las bibliotecas municipales, fomentando igualmente su uso. «La esencia de la iniciativa es que se agrupan actividades de proyección exterior y son algunos ejemplos, entre otros, el ‘Llegim el dol’ o el ‘Fem memòria’». No hay que olvidar tampoco, «todas aquellas actividades que generan vínculos como la del workshop de arquitectura, es decir, vamos creando enlaces nuevos y cada uno de estos va añadiendo usuarios participantes en actividades; la realidad es que el peso de las bibliotecas es notorio, y nosotros tenemos que operar con una visión de 360º, apostando por una programación estable».
Proyectos de las BMR, como la Fira Epíleg, el ya mencionado Any Xavier Amorós, el FILS, el Premi de Narrativa Ciutat de Reus o el Març Marçot (que atrajo a 537 personas en 2023)– ejercen de polo de atracción de gente y «pretenden fortalecer la presencia del libro, la literatura y la poesía de Reus, no deja de ser una línea estratégica, visible en el Pla d’Acció Municipal y analizada, en su día, el Reus Horitzó 32». También lo es captar, preservar y difundir el patrimonio bibliográfico local.
Recasens añade, por un lado, que «los proyectos ‘Biblioteca Chill Out’ y ‘Biblioteques amb DO’ del Servei de Biblioteques de la Generalitat están consolidados» y que «Sant Jordi será otra de las fechas clave que incentivará la afluencia de gente, con presentaciones de libros, entre otras acciones».
Cesión de espacios y fondos
La cesión de espacios de biblioteca a entidades variadas es algo que «va en aumento» y les hace ver que «estos son tenidos en cuenta como lugar de referencia». El edil incide en que las BMR dan pasos adelante: «También como receptor de fondos y eso es interesante, pues la ciudadanía confía en la biblioteca como depositario».
En términos tecnológicos, aunque son avances tempranos, la directora de las BMR, Cristina Garreta, señala que «vemos incrementarse los usuarios virtuales que consultan la hemeroteca digital que estamos digitalizando, podría tratarse de una apertura hacia una transformación del uso del fondo local, que antes sólo podía consultarse presencialmente y en un horario concreto. Vemos que, al estar disponible online y conocerse más, suben las consultas».
