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Las estafas son, de los delitos contra el patrimonio, uno de los «más numerosos», representando en 2023 el 24,8% del total en dicho campo. Así lo indicó la Junta Local de Seguretat de Reus a finales de este pasado febrero, eso, y que dentro de ese ámbito, las que se perpetran de forma virtual, «van al alza».
Esa es una percepción que comparten en la Oficina del Consumidor del Consell Comarcal del Baix Camp, desde la que Natàlia Vergés confirma que, aunque es arduo cifrarlo, «hemos detectado que este tipo de casos van subiendo, sobre todo al cambiar tan rápido su modus operandi», pues de repente, puede tratarse de un mensaje de texto sospechoso recibido por el móvil o una llamada basura. «Son difíciles de identificar en un momento dado por eso, por esa rapidez, y cada vez son más elaboradas; pueden llamarte hablando un perfecto catalán, de forma muy profesional, y hasta que se te ganan la confianza».
Aunque el perfil de la persona afectada pueda ser totalmente aleatorio, «la gente mayor es la que, mayoritariamente, sufre más casos de estafa de tipo virtual». Vergés pone un ejemplo: «Pueden recibir una llamada del que parece ser su banco avisándoles, con el número de teléfono fijo incluso, de que ha habido un problema y que urge que se les faciliten datos personales y bancarios para, así, solventarlo». Lo que hay que hacer –aconseja– es no facilitar nunca ningún dato personal, «los bancos no suelen operar así, llamando y pidiendo datos, puesto que suelen conocer cuál es nuestro patrón de movimientos bancarios».
Siempre que recibamos un SMS «con faltas de ortografía o con un enlace a un archivo ejecutable, no lo abramos nunca». Por lo general, los casos de estafa virtual son «complejos y largos de solventar, y más si desconocemos la procedencia y autoría e incluso ya hemos realizado una transferencia o un sencillo Bizum». En caso de que sí se conozca quién está tras la estafa, «se puede mediar».
Vergés también es contundente en lo que a responsabilidades se refiere, al caer en una estafa virtual: «La persona puede haber facilitado información sensible y dado su consentimiento, pero la seguridad de un banco también queda en entredicho si se le hackea una web o una base de datos».
Aunque hay un tiempo legal establecido para comunicar el presunto fraude en que «los afectados tienen margen para interponer una denuncia, recomendamos siempre que se notifique lo más pronto posible a la policía o a los Mossos d’Esquadra».
Las cifras
Como dato curioso, en la comparecencia citada al inicio del artículo, el jefe del Àrea Bàsica Policial (ABS) Baix Camp-Priorat de Mossos d’Esquadra, Xavier Hervàs, hizo hincapié en la dificultad que supone averiguar la autoría de quien delinque en una estafa virtual y, por ello, expuso que están a punto de implementar una región virtual para abordar esta tipología delictiva.
El catálogo de datos abiertos del cuerpo de Mossos d’Esquadra indica, por otro lado, que, en 2023, en el ABS Baix Camp - Priorat, se produjeron 2.961 estafas en general y que, de esas, 267 se resolvieron. Si las comparamos con las registradas en 2022 (2.273), la diferencia queda en 688. En el apartado de resueltas en 2022, quedaron 254.
En otro orden de cosas, cabe recordar que, desde el Ayuntamiento –y según recoge el Pla d’Acció Municipal– existe la voluntad política de sensibilizar a la ciudadanía, formándola, en materia de ciberseguridad.
Casos de supuesta estafa que, a veces, tienen solución
La Síndica de Greuges de Reus, Anna Civit Inglès, compareció, hoy hará una semana, en la pausa del pleno municipal de este mes, para presentar la memoria de expedientes tramitados en 2023. Por nombrar un caso de dicho documento y, en materia de estafas virtuales, se registró una entrada por supuesta estafa en la que la persona afectada había comprado a una empresa vía Internet. La Sindicatura, en este caso, contactó con la Oficina del Consumidor del Consell Comarcal del Baix Camp y la empresa en cuestión y, tras realizar las gestiones pertinentes, el asunto se solucionó. En cuanto a estafas virtuales, aun así, «no siempre es tan fácil localizar al autor», dicen desde la Oficina del Consumidor.
