Los alumnos piden mejores conexiones con el Campus Bellissens en Reus

La URV hace años que trabaja para fomentar el uso del transporte público entre los estudiantes

05 octubre 2020 20:20 | Actualizado a 07 octubre 2020 07:30
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Hace más de diez años que la Universitat Rovira i Virgili (URV) trabaja para mejorar las conexiones de transporte público en los campus universitarios de Reus. Pero aún queda mucho trabajo por hacer. Los alumnos que vienen de otras localidades reclaman que haya más frecuencias de los autobuses interurbanos, sobre todo para llegar al Campus Bellissens, ubicado a las afueras de la ciudad.

Son muchos los estudiantes que vienen de Tarragona o que deben hacer parada en la estación de autobuses de la ciudad para llegar a Reus. Es el caso de Javier Abos, que cursa su primer año del Grau de Fisioteràpia en la Facultat de Medicina i Ciències de la Salut en el Campus Bellissens. Vive en Torredembarra y hace transbordo en Tarragona, donde coge el autobús exprés e4 para ir hasta Reus. «Me gustaría que hubiera más frecuencias. Los horarios de los autobuses no coinciden y a veces me tengo que esperar media hora para coger el que va a Reus», explica Abos.

Según la Autoritat Territorial de Mobilitat (ATM) del Camp de Tarragona, la línea exprés e4 Reus – Tarragona, que se puso en marcha en 2015, cuenta actualmente con 22 idas y 22 vueltas de lunes a viernes de septiembre a junio. Cuenta con 13 idas y 13 vueltas de lunes a viernes en los meses de julio y agosto y 5 idas y 5 vueltas los sábados y festivos. Desde el 2019, cuenta con 8 expediciones de ida y 8 de vuelta entre los Campus Bellissens de Reus y los Campus Sescelades y Catalunya de Tarragona.

Laura Brugerola vive en Creixell y también estudia en el Campus Bellissens de la URV y se encuentra en una situación similar. Primero coge uno hasta Tarragona, y de Tarragona a Reus: «En total tardo una hora en el autobús pero pierdo dos horas porque no me coinciden los horarios del primero con el segundo», lamenta.

Omaima Zaroual también estudia Economia en el Campus Bellissens. Ella es de Navarra pero vive en Tarragona y coge cada día la línea e4 para llegar a la facultad. «Está muy bien porque solo tarda entre 15 y 20 minutos pero como vivo en el barrio de Sant Pere i Sant Pau, debo coger primero otro bus», explica.

Desde la URV explican que dentro del Pla de Medi Ambient de la universidad, hay una línea de trabajo relacionada con la movilidad para promocionar el transporte público, y de hecho hace años que tienen un convenio con la ATM.

Según Antonio De la Torre López, técnico de gestión ambiental y radioisótopos de la URV, la universidad trabaja para detectar las necesidades de conexiones que tienen en cada campus «con los datos de matrículas de los alumnos y de donde vienen». Aun así, también intentan estudiar los posibles alumnos potenciales que podrían tener pero que por distancia de su domicilio o por dificultades económicas no pueden ir a los campus de la URV.

De la Torre señala que uno de los mayores logros fue la línea e4 que conecta Reus y Tarragona a través de los campus universitarios: «Era una línea prioritaria, era de las que teníamos más demanda registrada». En este sentido, recuerda que en los últimos años también han mejorado las conexiones desde Vila-seca y Cambrils hasta Reus.

Una de las demandas que la URV ha trasladado a la Generalitat y a las administraciones locales es que «haya una conexión más ágil entre Valls y Bellissens», ya que ahora el tiempo de trayecto es «muy largo». «Una de las claves para que funcione el transporte público, no es tan solo un precio asequible, sino que sea competitivo a nivel de desplazamiento. Que nos ahorremos tiempo», defiende.

Fomentar el uso de la bicicleta

Para fomentar el uso del transporte público, los estudiantes tienen descuentos en los abonos de la ATM de entre el 10% y el 20% dependiendo de lo lejos que esté su lugar de residencia.

Desde la URV también reclaman al Ayuntamiento de Reus que mejore la movilidad en bicicleta y a pie para crear itinerarios seguros. «Hay una gran parte de los estudiantes de Bellissens que son de Reus y muchas veces se desplazan a la universidad en coche», explica De la Torre, que considera que Reus es una ciudad de un tamaño ideal para poder ir en bicicleta, aunque falta mejorar los itinerarios para aumentar «la sensación se seguridad entre los usuarios».

Pérdidas del 80% de usuarios

El transporte público ha sido uno de los grandes damnificados por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Hace pocos días el Diari rebelaba que los usuarios de la línea de transporte urbana de Reus habían descendido un 50% en los últimos meses. La tendencia a la baja del uso de este vehículo para los viajes interurbanos se agudiza.

Según los datos de la Autoritat Territorial de la Mobilitat del Camp de Tarragona (ATM), en el segundo semestre de 2020, la línea que conecta Reus con Tarragona ha perdido 138.109 usuarios respecto al año pasado, lo que equivale al 82%. Una cifra muy similar la línea de autobús que une la capital del Baix Camp con Salou, que ha pasado de 138.716 usuarios a 30.251, dónde la demanda ha bajado un 79%. La línea Tivissa-Reus, solo ha mantenido el 20% de usuarios respecto al segundo trimestre de 2019 y, el exprés Reus – Tarragona se ha quedado con 25.495 usuarios, un 61% menos de lo habitual.

La tendencia a la baja ya se registró en el primer semestre (en parte, por el inicio del Estado de Alarma el 14 de marzo). Durante los primeros tres meses de 2020, los usuarios de las distintas líneas interurbanas de Reus redujeron en un 30% de media iniciando el pico de caída en el uso del transporte público que llegó a sus peores cifras en abril y no comenzó a remontar notoriamente hasta junio.

Para comprobar el calibre del «efecto Covid» se puede comparar la cifra de viajes interurbanos de todas las líneas de servicio ATM en el Camp de Tarragona: en julio de 2019 llegó a superar el millón, en cambio, en junio de 2020, se quedó en 202.295.

Cabe entender la excepcionalidad de la cifras en el contexto provocado por la crisis sanitaria, que redujo el aforo de usuarios así como las frecuencias de autobús. Sin embargo, hace tiempo que los ciudadanos se quejan que la poca frecuencia en determinadas líneas interurbanas (que no corresponden a la ATM) como las que conectan con municipios más pequeños, como la Selva del Camp, les Borges del Camp, Prades, Castellvell o Cambrils, hacen que el uso del transporte público por motivos laborales o escolares sea dificultoso.

El aumento de usuarios en del autobús urbano es un objetivo que la capital del Baix Camp persigue desde hace tiempo. Para ello, ha elaborado varias campañas, como la gratuidad de la línea que conecta la ciudad con el Hospital Sant Joan y facilitan, a los reusenses mayores de 65 años, una tarjeta que permite el uso gratuito del transporte público.

El pasado 21 de septiembre, aprovechando el inicio del curso escolar, el Ayuntamiento de Reus realizó una campaña para fomentar el autobús urbano entre los estudiantes de secundaria. Esta, duró una semana y permitía viajar en autobús de forma gratuita a los alumnos de los instituto de Reus. Se trata de una campaña que lleva años desarrollándose como una herramienta para dar visibilidad a las líneas que conectan toda la ciudad con el Institut Gabriel Ferrater, el Institut Domenech i Muntaner y el Gaudí y Mas Carandell (líneas 40, 41 y 42).

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