Los jóvenes de Reus necesitan espacios de ocio o un mejor acceso a la vivienda

El nuevo Pla Local de Joventut recoge una diagnosis de las necesidades de los reusenses de entre 12 y 34 años

07 abril 2022 17:50 | Actualizado a 08 abril 2022 13:59
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Falta de espacios y equipamientos de socialización o el acceso a la vivienda son algunas de las necesidades y dificultades con las que se encuentran los jóvenes de Reus. Así consta en la diagnosis del nuevo Pla Local de Joventut de Reus 2022-2027. Aprobado en la sesión plenaria del Ayuntamiento del pasado mes de marzo, se trata de un documento estratégico que identifica la situación actual de los jóvenes de la ciudad, sus necesidades, dificultades y carencias y recoge las principales líneas de actuación y de trabajo para los próximos 6 años y los retos de la política de juventud a 10 años vista.

Los cuatro ejes de trabajo ya se dieron a conocer, centrados en los derechos de las personas jóvenes, el empoderamiento, la participación y la gestión de lo que es común. Ahora, se puede ya consultar al detalle el documento, donde hay una extensa diagnosis de la situación actual de los jóvenes (población de entre 12 y 34 años que, en Reus, son unas 27.412 personas, es decir, el 25,81% de los reusenses).

Como se comentaba anteriormente, lo que se desprende del documento es, entre otras cuestiones, la falta de espacios de encuentro y ocio, las dificultades para emanciparse o la orientación académica. Problemáticas que señalan los jóvenes, pero también los profesionales de distintas áreas municipales. Unas conclusiones a las que se llegan después de, por un lado, realizar un cuestionario dirigido a técnicos municipales y, por otro, un segundo cuestionario enviado a más de una cuarentena de entidades que acabaron respondiendo once de ellas.

«No hay equipamientos», afirma Xavier Mèlich, presidente de Mandríl·lia Associació. Dice que espacios como el Pavelló Municipal, La Palma o el Parc Sant Jordi son de muy difícil acceso, «parece que según quién pide hacer uso de estos espacios, lo tenga muy fácil y para otros, te lo complican y acabas desistiendo», se queja. Explica que «siempre estamos abiertos a hacer propuestas», pero ante las trabas, «al final acabamos haciendo actividades en otros municipios...».

Distinto lo ve Toni Bergadà, al frente de la Associació de Jugadors i Jugadores de Rol de Reus y también de Barraques, que asegura que «si hay ganas y el músculo necesario, llamando se abren puertas». En el caso concreto de la Associació de Jugadors de Rol, tienen local propio, lo que es toda una ventaja, pero sí que admite que, si una entidad no dispone de espacio propio, «es difícil acceder a uno y esta es una de las quejas recurrentes».

En el mismo Pla Local de Joventut se especifica que «actualmente Reus no dispone de equipamientos públicos adecuados, ni en sus características ni en su dimensión, para una política de juventud que aspire a tener una mínima capacidad de incidir en las dinámicas juveniles». Se señala el Casal de Joves La Palma como un equipamiento de referencia técnica y de atención a los jóvenes, un espacio de información, orientación y de asesoramiento básico. Pero los usos serían «muy limitados» y ocupa una parte de sus instalaciones en servicios especializados en música. «Es de buena calidad, pero de una dimensión insuficiente para una ciudad como Reus».

En el mismo documento, se señalan, también, algunas carencias de La Palma: «No dispone de un espacio relacional para la primera acogida de usuarios, no cuenta con un punto de encuentro de uso libre, no dispone de espacios para la cesión ni de aulas suficientes para ofertas de actividad simultánea y le falta un gran espacio polivalente para acoger una actividad pública con capacidad media de usuarios», se expone. También se añade que la disponibilidad del espacio es «altamente limitadora». En cuanto a los centros cívicos distribuidos por toda la ciudad «tampoco disponen, hasta el momento, de condiciones para dedicar salas estables ni profesionales para actuar como espacios de referencia para los jóvenes».

Con todo, Xavier Mèlich, desde Mandríl·lia, señala como principales trabas «la hora que tienes que cerrar y el calendario de disponibilidad», además de lo que se ha comentado del «difícil acceso a espacio municipales». Es por ello que pide que en los mismos planes de juventud consten exactamente los requisitos de uso de estos espacios «para, al menos, tener las cosas claras», algo que echa en falta.

Bajas tasas de emancipación

Otra de las preocupaciones de los jóvenes de Reus –y que hace constar el mismo colectivo como también los técnicos municipales– es la dificultad para emanciparse, ya sea por cuestiones de empleo como estrictamente por vivienda. En el diagnóstico se recoge que, a través de la tercera ola de la Encuesta de población activa (EPA), se confirma que la emancipación juvenil «continúa superando registros históricos negativos». En el año pasado, el valor registrado fue del 15,5%, «la proporción más baja del siglo». Sólo un año antes, la tasa era del 19,7%.

Este descenso de emancipación se debe, por un lado, a las condiciones laborales, y por otro, a las dificultades de encontrar vivienda. En el primer caso, la tasa de ocupación juvenil al tercer trimestre de 2021 fue del 48,6%, «con 4,8 puntos porcentuales por encima del mismo trimestre del año anterior». Aun así, «la temporalidad crece», se añade en la diagnosis del plan. Por ejemplo, durante el tercer trimestre de 2020, la contratación temporal llegó hasta el 53,4% de las personas jóvenes asalariadas.

Por otro lado, el acceso a la vivienda está también complicada, y especialmente para los jóvenes. Como exponía el Diari en un artículo la semana pasada sobre alquileres en la capital del Baix Camp, hay muy poca oferta en la ciudad y, en cambio, mucha demanda, por lo que los precios son muy elevados, de difícil acceso para los jóvenes, muchos de ellos con trabajos precarios. La misma precariedad también impide comprar, por el gasto que supone hacer frente a la entrada.

Otras cuestiones que el nuevo plan de juventud pone sobre la mesa es la adaptación de la oferta de actividades para jóvenes y, sobre todo, que llegue a este público. «Si no estás dentro de este mundo, es difícil conocer la oferta. Creo que se necesita una comunicación y unas políticas más próximas», opina Toni Bergadà.

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