Los padres de la niña de Reus muerta por enterovirus se plantean denunciar al Hospital Sant Joan por negligencia

El Diari publica este viernes una entrevista con la madre de la pequeña, en la que explica las circunstancias del fallecimiento tras acudir tres días seguidos a Urgencias. Es la primera víctima mortal del brote vírico conocido estos días en Catalunya.

19 mayo 2017 19:18 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:20
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La familia de Marina estudia presentar una denuncia contra el Hospital Sant Joan de Reus por una presunta negligencia en el tratamiento, atención y diagnóstico que recibió su hija durante los tres días que fue atendida en las Urgencias Pediátricas del centro, especialmente el tercer día consecutivo que fueron con la pequeña. Los padres aseguran que el hospital se resiste a facilitarles el historial clínico completo y que cuando dispongan de todos los informes decidirán si presentan la denuncia, bien por la vía penal o a través de un contencioso administrativo. La madre de la niña tiene claro que «las personas que están al cargo del servicio tendrían que reconocer el error o evidenciarlo para que no vuelva a ocurrir. No busco una indemnización, porque el dinero no va a devolverme la vida de mi hija, pero sí que se haga Justicia», asegura Mayulay Isabel Villegas.

La madre de la pequeña Marina se aferra, además de a la experiencia vivida en el servicio de Urgencias Pediátricas, a las palabras «del propio jefe de Pediatría, reconociendo que ‘a lo mejor’ el pediatra que nos atendió no supo interpretar los resultados de la punción lumbar que le hicieron a mi hija. Había una serie de parámetros alterados que indicaban que existía una infección vírica, pero se obviaron».

Mayulay también tiene muy claro que «con este cuadro, estamos convencidos de que la niña tendría que haber sido derivada a Barcelona, ya que ni tenemos UCI pediátrica en ningún hospital de la provincia de Tarragona, ni existía ningún protocolo para tratar un enterovirus». Además, la madre de la niña reconoce que «el doctor Escribano nos dijo que lo habitual es que los casos de enterovirus no se compliquen, pero cuando se complican hay que actuar. Está clarísimo que en el caso de mi hija no se actuó y las consecuencias fueron fatales».

Los padres de Marina tampoco quedaron satisfechos por el trato recibido por el último pediatra de Urgencias que los atendió. «Además de no saber interpretar los resultados de la punción lumbar, durante la exploración de la niña quitó importancia a todos los síntomas que le explicábamos que tenía. Le dijimos que no podía andar, que si se dejaba de pie recta se desplomaba, y el médico la hizo caminar un poco y la niña anduvo con dificultad y desequilibrio, ante lo que el pediatra respondió: ‘¿bien, no?’. Nosotros le recalcamos que no era así y que desde hacía tres días la habíamos llevado a Urgencias por espasmos y movimientos involuntarios, además de la fiebre. Le dijimos que nuestra hija andaba normalmente, incluso escalaba, corría y saltaba, y su respuesta fue que la debilidad se debía a la falta de ingesta».

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