En el mercadillo Reus ya no se exponen ni se venden animales. Es lo que establece la nueva ordenanza de animales de la ciudad, aprobada inicialmente el octubre de 2018. A partir de la aprobación definitiva del nuevo texto (el pasado mes de abril), los paradistas afectados aún tenían un año de margen para adaptarse a la nueva normativa porque, según explicó, en aquel momento, el concejal de Medi Ambient del Ayuntamiento de Reus, Dani Rubio, la licencia se les fue otorgada recientemente «y a partir del 17 de abril tendrán una moratoria de un año para adaptarse», puntualizó. Pero hace ya unas semanas que no se ven animales en el mercadillo, que se ubica cada lunes y sábado en las calles que rodean el Mercat Central.
Había un par de paradas afectadas, aunque la principal era la de Joan Roig, ubicada en la calle de Sant Joan. «No puedo hacer nada más que resignarme, pero es incoherente que pueda vender animales en mi tienda, y aquí no», opina este paradista. A principios de año, aún exponía en el mercadillo de Reus algunos animales, como conejos, cobayas o pájaros, pero en ese momento ya se había decantado por dedicar la parada a la jardinería.
Ahora, únicamente se pueden encontrar plantas en su parada. Roig destaca que dispone de todo tipo de permisos de Generalitat para poder dedicarse a este negocio: «Núcleo zoológico, permiso para la crianza, el transporte...», explica mientras enseña los papeles. En este sentido, Roig no comprende que disponga de todos los permisos «y que en cambio el Ayuntamiento me lo impida», a la vez que recuerda que hace 52 años que tiene la parada en el mercadillo de Reus. No obstante, aunque en la capital del Baix Camp no pueda dedicarse a la venta de animales, recuerda que en otros mercados sigue teniendo permisos y que, además, tiene una tienda de animales y que también se dedica a la crianza.
Una ordenanza de 1990
Fue en abril que la nueva ordenanza municipal de animales de Reus entró en vigor. Así, la ciudad se ponía al día en esta materia, substituyendo la anterior ordenanza, redactada durante los años 90. Con el nuevo texto, se han actualizado aspectos que, hasta el momento, no estaban regulados o que se habían quedado anticuados. Es el caso de la venta ambulante de animales y su exhibición en la calle, una práctica que en el nuevo documento queda prohibida. Además, con el nuevo texto se puede multar a las tiendas que expongan a los animales en los escaparates.
También se contempla el censo e identificación de los animales de compañía. En 2017 ya se empezó a trabajar en esta línea, poniendo en marcha la campaña ‘No et perdis’, que permitió censar a 3.601 perros y, el pasado mes de abril, ya eran 11.350 los animales censados.
La nueva ordenanza fue aprobada inicialmente con los votos a favor del equipo de gobierno, el PP y Cs, mientras que la CUP y el PSC la rechazaron. Según remarcó Dani Rubio, el texto era fruto de un «trabajo transversal» entre entidades, la ONCE y grupos políticos.