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    Amazon, la inversión que cayó del cielo se ha evaporado

    Munta i Baixa. Logística. El gigante del comercio electrónico eligió instalarse en Mas Sunyer hace un año, sin que el Ayuntamiento supiese nada del asunto, y se ha ido igual

    17 julio 2022 01:37 | Actualizado a 17 julio 2022 07:00
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    Durante el verano de 2021, ahora hace un año, se desarrolló una negociación y un acuerdo de gran impacto económico para la ciudad de Reus, y también para su entorno. Amazon, la multinacional americana de comercio electrónico, se había fijado en el Camp de Tarragona –donde desde el año pasado dispone de una estación logística en Constantí– para instalar uno de los nuevos centros logísticos de su plan de expansión en España.

    Amazon buscaba un emplazamiento junto a un nudo de comunicaciones que facilitase la operativa de transporte por carretera y con el terreno disponible necesario para acoger la enorme superficie que debería ocupar uno de sus principales centros logísticos. Las dos opciones que barajaba la empresa fundadas y dirigida por Jeff Bezos eran Mas Sunyer, en Reus, y unos terrenos situados en otro enclave muy bien comunicado y con polígonos industriales muy desarrollados en una comarca vecina.

    Finalmente Amazon se decantó por Reus. El sector H.12 Mas Sunyer está ubicado junto a la autovía de Bellissens, delante del centro comercial Jardiland y la compañía de productos y servicios veterinarios Solà Domingo, entre la autopista AP-7 y la autovía A-7, ya cerca tanto de Vila-seca como de La Canonja. El sector fue urbanizado hace unos 15 años y dividido en parcelas, pero ninguna empresa se ha instalado todavía en dichos solares, con lo que la disponibilidad de terreno es enorme.

    Confidencialidad y repliegue

    Ahora sabemos que el centro logístico planeado por Amazon debía ocupar 80.000 metros cuadrados, es decir, ocho hectáreas, y era el mayor de los cuatro que tenía en cartera la firma en España.

    Nada se supo entonces de esta decisión, como es práctica habitual en la multinacional, que somete estas operaciones a estrictas cláusulas de confidencialidad y solo informa de sus nuevos proyectos cuando las obras de construcción ya están en marcha. De hecho, ni entonces ni en los meses siguientes el Ayuntamiento tuvo conocimiento de que Amazon tenía previsto desembarcar en su término municipal. No fue hasta que la propiedad del solar inició los trámites previos para calificar y reparcelar la superficie que el consistorio y Acció –la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat– tuvieron conocimiento de la iniciativa. A partir de ahí se aprestaron a facilitar los procedimientos técnicos y administrativos para acoger unas naves que crearían cientos de nuevos puestos de trabajo.

    Así, el pleno municipal del pasado 17 de junio aprobó una modificación del plan parcial urbanístico del sector H.12 Mas Sunyer promovida por la Junta de Compensación y la ampliación de usos para su desarrollo industrial.

    Sin embargo, algunas cosas se han torcido en los últimos meses a escala global para Amazon, que ha realizado movimientos de repliegue tras la publicación de unos resultados trimestrales con fuertes pérdidas, la caída del comercio electrónico tras el acelerón de la pandemia y el freno del consumo y la subida de costes de suministro por la inflación.

    En este contexto, la multinacional anunció importantes recortes de superficie logística en todo el mundo, que en España se han traducido en la paralización de las aperturas de los nuevos centros de Reus, Celrà (Girona), Sevilla y Vitoria.

    Si la multimillonaria inversión de Amazon cayó del cielo, también se ha evaporado de la misma manera, sin que las administraciones locales tengan arte ni parte en su adiós.

    Cuando el pasado miércoles trascendió la noticia, el Ayuntamiento pareció el primer sorprendido por la renuncia y el alcalde Pellicer se limitó a explicar que se trataba de una decisión privada, que los terrenos quedaban disponibles para otros posibles interesados y que el consistorio seguiría trabajado en intentar captar nuevas empresas.

    Más allá de la decepción por una oportunidad de desarrollo económico perdida por causas externas, el asunto también deja alguna buena noticia. La primera es que la ciudad ha demostrado potencial y atractivo para acoger un proyecto logístico de primer nivel, lo cual abre renovadas opciones de futuro.

    La segunda buena nueva es que el repliegue global de Amazon revela algunos cambios en el comportamiento de los consumidores, que parecen haber regresado a las tiendas físicas y al comercio tradicional tras el brusco alejamiento provocado por la pandemia. Lo cual es un dato esperanzador para una ciudad tan comercial como Reus.

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