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La cultura sirve de medio de expresión para contar al público historias como la aparición de la Mare de Déu de Misericòrdia a la Pastoreta Isabel Besora, que erradicó la epidemia de peste que afectaba a la capital del Baix Camp a finales del siglo XVI. Contar, además, con un lugar emblemático de la ciudad como es la Prioral de Sant Pere incrementa el crédito y el valor de Misericòrdia: de Reus al Cel, el espectáculo que el Orfeó Reusenc lleva ofreciendo desde 2017.
En su quinta edición –2020 quedó en blanco por la pandemia–, la entidad local optó por cobrar una entrada mínima a los asistentes. Impulsados por la buena acogida de años anteriores, según cuenta el presidente del Orfeó, Albert Bermúdez, consideraron que «era el momento de hacer que se pagase para darle un valor al trabajo que se hace».
Bermúdez afirma que «la respuesta al pago ha sido positiva, nadie se ha quejado». Es más, la sesión única de este viernes 16 de septiembre hizo lleno completo y, finalmente, con presencialidad normalizada. Lo consensuaron con el Ayuntamiento acorde con la compleja preparación que había conllevado el espectáculo, cuyo montaje empezó en julio y en el que se implicaron más de 80 personas entre músicos, cantantes, bailarines, actores y técnicos.
La obra Misericòrdia: de Reus al Cel es uno de los actos más emocionantes de la agenda reusense. Con dirección de Albert Bermúdez y dirección musical de Albert Galcerà, se enmarca en la programación como una propuesta multidisciplinar. En ella, ha destacado el papel de Jaume Ciurana, del Bràvium Teatre, como narrador.
Del siglo XVI al escenario
El espectáculo desarrolla desde la aparición a la Pastoreta hasta la salvación de la ciudad. Como describe el presidente del Orfeó Reusenc, «es el único que explica la leyenda y es importante que la gente recuerde por qué cada 25 de septiembre celebramos la Fiesta Mayor de Misericòrdia». Concretamente, esta experiencia de teatro, música y danza narra cómo la Virgen se apareció a Isabel Besora, la rosa que le «marcó» en la mejilla y cómo este suceso llevó al cese de la epidemia en Reus.
Así, se trata de una adaptación al siglo XXI de textos bíblicos, fuentes históricas, fragmentos populares y recopilatorios literarios, además de partes originales. También las coreografías reflejan la tradición catalana, con elementos característicos de la época y expresiones de cada personaje. Con ello, la obra no pierde de vista el contexto, la contemporaneidad del público, el ambiente de la Prioral de Sant Pere ni la coherencia entre melodías, texto y escenas.
En estos cinco años, el espectáculo Misericòrdia: de Reus al Cel ha perfeccionado detalles técnicos y escénicos. «Ha ido evolucionando, la historia tiene que ser la misma, pero hay una mejora evidente en el resultado final», concluye su director, Albert Bermúdez.
Fuego y sátira: El Ball de Sant Miquel, la lucha entre el bien y el mal
La jornada de ayer contó con otros actos representativos de las Festes de la Mare de Déu de Misericòrdia, como la representación del Ball de Sant Miquel, a cargo del Ball de Diables de Reus y cuya puesta en escena, entre fuego y sátira, representa la lucha entre el bien y el mal.
Se trata de un montaje tradicional y popular, un baile hablado que se encuentra documentado en la capital del Baix camp desde el siglo XVIII. La puesta en escena también se nutre de la actualidad, ya que utiliza un texto satírico haciendo un repaso de la situación política y social de nuestros días. La plaza del Castell fue la localización en la que se llevó a cabo el Ball de Sant Miquel.
