La CUP es sincera: llega a las municipales del 26M con la intención de entrar en el gobierno del Ayuntamiento de Reus, pero no a cualquier precio. «No facilitaremos un gobierno de Innova y tampoco uno del 155», esgrimió ayer la cabeza de lista cupaire, Marta Llorens, en el contexto de las conferencias electorales organizadas por la Cambra de Comerç. Aun así, soltó otra cuestión: «Siempre se habla de las líneas rojas de la CUP, pero, ¿cuáles son las líneas rojas de los otros partidos para poder gobernar con la CUP?».
Marta Llorens puso sobre la mesa distintos ejes: ciudad habitable, emergencia social, comercio, industria y la gestión de los servicios públicos. Lo que dejó claro Llorens, es que a la CUP le preocupa la habitabilidad de la ciudad. «Hay zonas degradadas, barrios sin comercio, sin servicios y, al final, la gente se va», expuso la alcaldable por la CUP, quien también remarcó que el centro de la ciudad se está convirtiendo en un «parque temático del comercio y la restauración». «Es una ciudad de cartón piedra», esgrimió. En su opinión, esta situación se debe a «los excesos del PSC y a un gobierno consecutivo que se ha basado en la ocurrencia en vez de trabajar desde la planificación». En este sentido, consideró que hace falta un plan de ordenación urbanística y un plan de acción municipal. «Nuestras propuestas no responden a un programa, sino a un proyecto», subrayó Llorens, que criticó los «proyectos faraónicos» de los últimos años.