A prisión un vecino de Reus por saltarse una decena de veces el confinamiento

Además, escupió sobre los clientes, empleados y comida de un supermercado

23 marzo 2020 17:18 | Actualizado a 26 marzo 2020 15:46
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Un vecino de Reus ha ingresado en prisión después de haber sido detectado una decena de veces saltándose la orden de confinamiento.

Pero además en una ocasión había escupido sobre los empleados, clientes y alimentos de un supermercado. El hombre es esquizofrénico.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Reus, que está de guardia, decretó hoy lunes prisión provisional, comunicada y sin fianza, para un vecino de la capital del Baix Camp por los delitos de desobediencia a la autoridad por unos hechos ocurridos entre los días 18 y 21 de este mes.

El hombre fue detenido el sábado y al día siguiente pasó a disposición judicial. La magistrada decretó una prórroga de prisión.

Y ayer el arrestado volvió a las dependencias judiciales, aunque en esta ocasión salió en dirección al Centre Penitenciari de Mas d’Enric, en El Catllar.

El auto de prisión recoge que a pesar de la orden de confinamiento decretada per real decreto, el sospechoso se la saltó en una decena de ocasiones.

En este sentido, se indica que las incumplió a las 11.30 horas del día 18; a las 13.15 y 19.30 horas del día 19; y a las 00.41, 01.00, 8.05, 12.30, 18.26 y 18.44 horas del pasado sábado. Los Mossos lo detuvieron ante la reiteración de hechos.

En el súper

Asimismo, consta en el atestado policial que a las 13.05 horas del día 19 se personó en un supermercado de Reus. Allí, escupió y tosió “no solo sobre los empleados de dicho local y clientes que allí se encontraban, sino también sobre los productos alimentarios”.

Se puso agresivo con los agentes policiales que se personaron en el lugar, resistiéndose asimismo a la detención.

También consta que, entre las distintas actas de denuncia que levantaron los agentes, a las ocho de la tarde del mismo día 19 manifestó a los policías que “el virus ese no me afecta, os afectará a vosotros, a mí no porque con el alcohol que llevo encima lo mato”.

En el Pere Mata

Por otro lado, consta que el día 18, tras ser identificado en la calle, fue derivado por los agentes al Institut Pere Mata.

En el informe constaba su conducta, habiendo sido identificado de trastorno esquizoafectivo sin especificación. Los facultativos no consideraron necesario su internamiento.

En la exploración se hace constar expresamente su “mala higiene”.

Para la magistrada, existen indicios suficiente de criminalidad sobre el detenido, tanto por el atestado policial instruido como por las actas de denuncia por su identificación en la vía pública y establecimientos abiertos al público así como los informes médicos.

Los hechos podrían ser constitutivos de un delito de desobediencia grave a la autoridad o atentado/resistencia grave. En este último caso, el delito conlleva una pena de prisión de hasta tres años.

Estado de alarma

La magistrada señala que “ante el estado de alarma por emergencia sanitaria, es evidente que la actitud renuente, obstructiva a cumplir las órdenes de confinamiento decretadas, no solo supone una desobediencia grave por su reiteración, sino que además y especialmente pone en peligro la salud o incluso la vida de las demás personas”.

Añade que el hombre “no se limita a incumplir la orden de confinamiento paseando sin motivo justificado alguno por la vía pública, sino que presenta una conducta altamente desafiadora, agresiva y de riesgo, al toser y escupir de forma expresa tanto a personas como a alimentos expuestos para que el resto de la población los pueda adquirir”.

Es cierto, dice el auto, que no se tiene constancia expresa de que el imputado sea portador del virus Covid 19, “pero en el momento actual y ante el riesgo de contagio y las estadísticas de expertos que apuntan al riesgo de que cualquier persona pueda ser en estos momentos eventual ‘contagiadora’, dado que no se están pudiendo practicar todas las pruebas en orden a corroborar su presencia, es evidente que nos enfrentamos a un riesgo potencial y grave tanto para el propio investigado, como para el resto de la población".

A ello cabe añadir que, precisamente, en los informes médicos se hace constar de forma expresa su falta de higiene, lo que incrementa exponencialmente el riesgo de contagio. Y además se encargó con los agentes cuando iba a ser detenido.

Con amplios antecedentes

La magistrada también recoge los amplios antecedentes penales que tiene el sospechoso. “debe tenerse en cuenta no solo los antecedentes penales que le constan al investigado sino la multitud de detenciones policiales por varias conductas, entre ellas, delitos de resistencia y atentados, así como la relación de causas incoadas en estos Juzgados de Reus en fase de instrucción o de enjuiciamiento”.

Todo ello “evidencia su voluntad de atentar contra diversos bienes jurídicos y su nula intención de cumplir las normas, siendo que en el momento actual y con el estado de alarma, su actitud renuente y reiterativa produce una alarma social importante por el riesgo para el resto de la población. Riesgo que, por supuesto, también compete evitar a los poderes públicos.

También destaca su carácter violento y agresivo: “Pese a negar los hechos y alegar que todo es una exageración de los agentes, ha manifestado textualmente que si quiere hacer daño tiene armas en su casa y ‘sale y se los carga a todos’”.

Finalmente señala que no atiende a las órdenes no solo policiales, sino tampoco judiciales, constándole antecedentes por quebrantamientos de medida cautelar y de condena, “de ahí que no podría garantizarse el cumplimiento de dicha medida y, por tanto, evitar el riesgo que se pretende”.

 

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