Un martillo y una cristalera rota. Este es el escenario del "crimen" que se encontró la Guàrdia Urbana de Reus en su propia "casa" en la noche del pasado domingo.
Poco antes de las 23 horas, agentes del turno de noche que estaban dentro de las dependencias oyeron un ruido fuerte, sin saber la procedencia. Se comunicó a los que estaban dentro de la comisaría porque podría haber caído algo pesado en alguna estancia. Pista falsa. El origen del fuerte impacto era exterior.
Pero la comprobación de las inmediaciones de la comisaría no se llevó a cabo de inmediato y fue una de las patrullas que entraba por la puerta la que puso sobre aviso de una cristalera rota en la fachada del edificio.
Allí había un agujero en el cristal y el resto de ventana tenía las rajas provocadas por el impacto de algo contundente. En el suelo, un martillo y cerca de él pequeños fragmentos de cerámica.
Los agentes perimetraron la "escena" y se sacaron aquellas partes que pudieran caerse o herir a alguien. Se comprobaron las cámaras (no se ha desvelado si alguien quedó grabado en ellas atacando la comisaría) y se rellenó un acta por daños intencionados. La investigación está abierta.