El Sindicat d’Habitatge de Reus ha iniciado la recogida de estufas y mantas para aquellas personas en situación de vulnerabilidad que no pueden permitirse el enorme gasto que suponen las calefacciones o que no tienen los recursos suficientes para la adquisición de calefactores y mantas. Además, Issam Oudriss, portavoz del sindicato ha explicado que «la idea surgió entre dos compañeras que necesitaban estufas y mantas; decidimos llevar a cabo esta campaña porque pensamos que otras personas estarían en la misma situación».
El sindicato dio el aviso a través de las redes sociales donde enseguida se hizo eco entre los ciudadanos reusenses que empezaron a hacer sus donativos. Con la aportación de la ciudadanía, el colectivo ya ha empezado a repartir estos materiales a aquellos que lo han solicitado. «Estamos muy contentos porque en un solo día muchas personas han contactado con nosotros para darnos estufas, abrigos y mantas», expresa Oudriss.
Por otro lado, la organización ha reclamado que desde el consistorio no se están tomando medidas efectivas para evitar este tipo de situaciones y les han llegado quejas de personas que aseguran estar sufriendo cortes de electricidad en plena ola de frío. «Estamos intentando dar soluciones, ya que vemos que la administración no lo hace». Todos los donativos se están llevando al Casal Despertaferro de Reus donde se pretende establecer el punto de recogida y de distribución para los materiales. Los voluntarios, unos nueve en total, están trabajando codo con codo para ayudar y atender a los ciudadanos en situaciones de vulnerabilidad. Además, Reus Refugi, asociación dedicada a la integración social de personas refugiadas, también está llevando a cabo una recogida de estufas. «En cuatro días Reus Refugi ha repartido nueve estufas de butano y otras cinco personas nos han pedido que les llevemos», escribían en sus redes sociales.
Ante la ola de frío el Ayuntamiento reforzó la atención telefónica a las personas mayores en situación de vulnerabilidad y se dieron indicaciones a los agentes de la Guardia Urbana para que alojasen a las personas sin techo.
Sin embargo, algunos colectivos de la ciudad opinan que la actuación de la concejalía de Benestar Social debería haber sido mucho más activa.
