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Trabajadores del Ayuntamiento de Reus y de sus organismos autónomos acudieron a primera hora al pleno para reclamar «que se elimine la arbitrariedad y el ‘dedismo’ en la remuneración de los empleados» municipales. Coincidiendo con el debate de varios puntos del área de Recursos Humans, accedieron al salón y se colocaron en fila, de espaldas al gobierno y en silencio, hasta que se produjo la votación.
«Hemos estado aquí muchas veces antes para apoyar lo que estaba bien hecho y, hoy, debemos poner el foco en lo que no está bien: hay una relación de lugares de trabajo (RLT) aprobada, una comisión y un procedimiento que se debe seguir para que esta RLT resulte la herramienta buena que regule los recursos humanos del Ayuntamiento», explicó la presidenta del Comité de Empresa del Ayuntamiento y delegada de CGT, Cèlia Albi.
Y precisó que «toda la plantilla está a la espera de que se revise su ficha y su valoración, pero ahora llega el gobierno, pone sobre la pila de papeles pendientes dos lugares de trabajo que quieren que se hagan antes que nada y esa no es la forma». El Ayuntamiento tiene 750 trabajadores, más 78 de los organismos autónomos.
En detalle, los empleados se oponían a la aprobación del punto 11 del orden del día, que abordaba la «modificación de la plantilla del personal funcionario y de la relación de lugares de trabajo y el catálogo del personal funcionario del Ayuntamiento».
En la exposición de la cuestión, el concejal de Recursos Humans, Daniel Rubio, propuso «clasificar los puestos de secretario, vicesecretario, intervención, viceintervención y tesorería como lugares de personal directivo», que «es una petición que nos ha hecho también el propio Ministerio de Hacienda». Y «en relación a la provisión de lugares reservados a habilitados nacionales», Rubio planteó «modificar el sistema de provisión y que pase a ser de libre designación» para esos mismo puestos. Además, «modificar la relación de lugares de trabajo en cuanto al adjunto a secretaría y jefe de servicio de administrativos de servicios territoriales». Es esta última cuestión la que rechazan los trabajadores porque «nos pasan por delante».
«Todo lo que está pendiente de revisar, que ha empezado hace poco, se lo han saltado y quieren que se aprueben unilateralmente dos lugares de trabajo», expresó Albi. Y el presidente de la Junta de Personal y delegado de CCOO, Toni Alsina, añadió que «la RLT tiene que servir para todos, hacer valoraciones uniformes para todos, pero, desde hace tiempo, algunas personas del Ayuntamiento intentan que esto sea como en la época feudal». Esto «genera agravios comparativos con el resto, cuando hay 750 personas esperando que se revisen sus condiciones y se ordenen».
Los organismos autónomos piden igualdad
Además, los trabajadores de los organismos autónomos del Ayuntamiento de Reus –Institut Municipal Reus Cultura, Agència de Promoció de Ciutat Reus Promoció e Institut Municipal de Formació i Empresa Mas Carandell– reclaman que sus condiciones se equiparen con las de los empleados del Ayuntamiento. La plantilla la integran 78 profesionales, el 82% de los cuales son mujeres.
Denuncian que antes de la creación de los organismos autónomos, parte de la plantilla estaba directamente contratada por el Ayuntamiento y luego se subrogó con el compromiso de equiparar las condiciones. Pero eso, «lejos de ser respetado, nos ha llevado a años de discriminación», lamentan los empleados, que señalan un «agravio en cuando a derechos y retribuciones, generando una plantilla de primera y de segunda» pese a que «pasamos los mismos procesos selectivos».
El colectivo subraya que el actual gobierno, en concreto «el alcalde, asumió el compromiso firme de equiparar las plantillas». Sin embargo, dicen, «ni se ha cumplido ni hay voluntad de encontrar soluciones satisfactorias». En lugar de eso, «nos encontramos con las mismas dinámicas de mal trato institucional donde nadie se responsabiliza de nada». Fuentes municipales consultadas al respecto declinaron aportar información.
