El pasado 13 de enero de este mismo año, la Guàrdia Urbana y el Departament d’Activitats de l’Ajuntament de Reus precintó un locutorio de la calle Mas de la Comtessa, en el barrio Mas Abelló, por incumplimientos de la normativa, relativos a deficiencias en el local e infracciones en la actividad. Las molestias ocasionadas generaron, en su momento, problemas de convivencia con los vecinos. Aun así, tras las inspecciones de oficio realizadas por la Guàrdia Urbana, Mossos d’Esquadra y el Cuerpo Nacional de Polícia las cosas siguen igual y el local operativo.
Por ello, un conjunto de vecinos de Mas Pellicer volvió a manifestar ayer –y una vez más– a este periódico su malestar por la gestión que está llevando a cabo dicho locutorio. Fuentes vecinales, que prefieren mantenerse en el anonimato, aportaron que dicho establecimiento es un inmueble privado alquilado desde 2011 a un hombre de nacionalidad marroquí, quién –aseguran– «está usando el local como bar encubierto, vendiendo cervezas a menores y creando discordias en la zona de la entrada».
Afirmaron también que «el propio local está pendiente de embargo». Y fuentes de los residentes en los aledaños de la calle Mas de la Comtessa añaden que el locutorio «no está registrado» como tal negocio. La problemática se hace «más insoportable», según los vecinos, porque el lugarreúne una «gran cantidad de gente a altas horas de la noche» y «crean suciedad y desperfectos» en la calle. Además, según explican, el arrendatario no cumple con el pago de su alquiler, con lo que «la propietaria no puede hacer frente a la hipoteca del local», afirma un vecino.
