Ciencia para niños que todavía llevan chupete

Educación. Las Llars d’Infants y las escuelas públicas de la ciudad inician un proyecto para despertar el interés por la experimentación en sus alumnos de 0 a 6 años

14 julio 2021 05:40 | Actualizado a 14 julio 2021 06:02
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«Le suena raro que le hable de un proyecto de ciencia para niños de 0 a 6 años porque se ha quedado con la idea de la ciencia que se enseña en las escuelas y en los institutos; con la tabla periódica y el laboratorio... Nosotros partimos de la idea de que la ciencia es la forma como interpretamos el mundo; algo que hemos hecho los humanos desde siempre y que hacen los niños desde que nacen».

Así habla Montserrat Pedreira, maestra, licenciada en psicología y doctora en Educación en la Universitat de Vic, cuando le preguntamos por el proyecto que se está poniendo en marcha en Tarragona para acercar el conocimiento científico a los alumnos de educación infantil.

Pedreira ha estado esta semana formando a educadores de las Llars d’Infants municipales y a los maestros de infantil de las escuelas públicas de Tarragona para poner en marcha la experiencia el curso que viene. El proyecto está liderado por el Institut Municipal d’Educació de Tarragona, IMET, y parte del trabajo que ya habían comenzado por su cuenta las Llars d’Infants La Taronja y El Ninot.

Una de las peculiaridades del proyecto es que pone a colaborar a educadores y maestros que, pese a trabajar en centros distintos, atienden a alumnos de la misma etapa educativa.

Manel Castaño, concejal de educación, explica que se decidió comenzar por la ciencia para estrechar esta relación entre docentes de infantil «porque es un área poco trabajada y porque está muy clara la necesidad de fomentar las vocaciones científicas, especialmente entre las chicas».

Es, además, una forma de poner en valor una etapa educativa crucial en el desarrollo no solo académico sino social de los niños, pese a que socialmente no siempre se asuma. «Desterremos el concepto de guardería; no guardamos personas, educamos», señala.

Un laboratorio para jugar

Durante la formación que se llevó a cabo en el IMET los profesionales tuvieron la oportunidad de experimentar con algunos de los materiales del Lab 0_6 de la Universitat de Vic en Manresa.

Pedreira pone un ejemplo: una rampa por la cual se puede lanzar un cochecito a distintas alturas. En medio del juego es probable que el niño descubra que el cochecito viaja más rápido en función de la inclinación. «No estamos hablando necesariamente de formar científicos, sino personas con interés por el entorno a lo largo de toda su vida», apunta.

Pedreira seguirá asesorando a los docentes a lo largo del curso que viene. Cada centro decide qué materiales emplea para su proyecto y, aunque algunos son elementos como balanzas o lupas, otros pueden ser especialmente recopilados o elaborados en los centros. «No hace falta mucho dinero, sino tener las ideas claras y cómo usar los materiales que van a provocar una reacción... Los niños son muy agradecidos, se enganchan a todo y tienen una curiosidad infinita», asegura.

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