«Hemos progresado, pero la intolerancia que provocó el Holocausto sigue viva»

Conmemoración Alumnos del Institut Tarragona rinden un pequeño homenaje a las víctimas de la barbarie nazi y alertan de la importancia de no olvidar

27 enero 2022 18:40 | Actualizado a 28 enero 2022 06:20
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La mayoría tienen entre 14 y 15 años (estudian tercero de la ESO), y hasta ahora el Holocausto era sobre todo algo a lo que aparecía en películas, series o algún libro. Este curso, explica Marcel Berenguer, «hemos descubierto la verdadera trascendencia de lo que sucedió». En resumen, que la realidad supera a la ficción.

Esta era una de la reflexiones que hacía, junto con otros compañeros, después del pequeño pero sentido acto que realizaron a media mañana para conmemorar el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto que se celebraba ayer a nivel mundial.

La fecha, instaurada por la Unesco cada 27 de enero, recuerda el momento de la liberación en 1945, por parte de tropas soviéticas, del campo nazi de concentración y exterminio de Auschwitz, en la Polonia ocupada.

Los adolescentes habían preparado carteles explicando datos clave sobre el genocidio que tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial. Los colocaron en todo el vestíbulo y encendieron velas mientras otro alumno, Aleix González Pérez, interpretó al violín el Adagio de Albinoni. El acto apenas duró unos minutos, pero suspendió por un instante el barullo de la hora del patio.

Ponerse en el lugar del otro

Julia Alvaro, una de las participantes, cree la humanidad no sería capaz de repetir atrocidades semejantes, pero enseguida surge el debate. Adrián Delci, otro compañero, también está convencido de que hemos progresado y de que «no llegaremos a ese extremo», pero a su lado Julia Puertas dice que «es cuestión de respeto y de empatía; la intolerancia que provocó el Holocausto sigue viva aunque no vayamos a una guerra». Comienzan a aparecer palabras como racismo, xenofobia, homofobia...

Son algunos de los temas que han estado tratando en la asignatura Cultura i Valors Ètics, para unirse a la conmemoración que en los centros educativos de Catalunya organiza el Grup de treball del Departament d’Educació y el Memorial Democràtic.

Pero tal vez si algo valioso han sacado de la experiencia ha sido el ponerse en el lugar del otro. Les impactó especialmente el Diario de Ana Frank, otra adolescente como ellos en un contexto que, dicen, les resultaría insoportable. Ellos, que por culpa de la pandemia han pasado más de un confinamiento, no se imaginan escondidos y sobreviviendo al miedo constante.

En otra de las paredes del instituto, esta vez los alumnos de 1º de bachillerato han hecho el ejercicio de escribir cartas como si se encontraran en el frente de batalla en la Segunda Guerra Mundial. Aunque los nombres son ficticios, están basadas en hechos históricos. Los destinatarios: madres, novias, familia... Imposible no conmoverse.

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