Un hombre se enfrenta a 6 años de cárcel por agredir a otro y robarle el bocadillo el pasado 15 de diciembre de 2024 en un bar del barrio de Sant Salvador, en Tarragona. La Fiscalía lo acusa de un delito de lesiones y de un delito leve de hurto.
En el juicio, celebrado este lunes 5 de mayo en la Audiencia de Tarragona, la víctima declaró que el acusado le dio un cabezazo y lo atacó con una botella de vidrio cuando le recriminó el robo.
En su declaración, el investigado reconoció la agresión, aunque alegó que lo hizo en defensa propia. Su abogado ha solicitado la absolución. El tribunal le ha concedido la libertad provisional con medidas cautelares, ya que estaba en prisión preventiva desde los hechos.
El hombre agredido explicó que empujó al acusado tras recriminarle que le había robado el bocadillo mientras tomaba una cerveza en el bar. El testigo aseguró que el investigado le dio un cabezazo y luego le asestó dos golpes más con una botella. “Puse la mano para protegerme”, declaró. “Caí al suelo durante el forcejeo, perdí los dientes; cuando vi que venía con la botella, me protegí”, añadió.
La víctima afirmó que el acusado escondió el bocadillo en una papelera y que logró reducirlo y retenerlo hasta la llegada de los Mossos d’Esquadra. “La camarera quitó la botella para evitar más golpes; no veía bien, estaba mareado por los golpes. Al final le di algún golpe con la mano”, confesó.
Por su parte, el acusado negó haber robado el bocadillo y afirmó que no quería pelearse. Según su versión, fue la víctima quien inició el conflicto y también lo agredió. “Él no quería hablar, buscó la situación, estaba borracho”, declaró. A preguntas de la fiscal, reconoció haberle dado un cabezazo en la boca para “defenderse” y dijo que cogió la botella para “asustarlo”.
Aseguró que actuó así porque temía por su vida y que no tuvo intención de causarle daños dentales. También afirmó haber recibido insultos racistas y lamentó las lesiones causadas durante la pelea.
Durante la vista también declararon varios agentes de los Mossos, quienes indicaron que al llegar al bar encontraron a la víctima reteniendo al acusado, y procedieron a separarlos.
Añadieron que el hombre agredido tenía sangre en la boca y le faltaban dos dientes. Los testigos aseguraron que la víctima no presentaba síntomas de haber consumido alcohol ni drogas.
La médico forense explicó que examinó a la víctima el 17 de diciembre, dos días después de la agresión. Detectó una herida en la región occipital, otra en el labio superior, y la pérdida de dos dientes, que requieren reparación odontológica. Afirmó que no había antecedentes médicos relevantes en su historia clínica y que la pérdida dental es compatible con el cabezazo.
Seis años de prisión
La Fiscalía pedía inicialmente 11 años de cárcel por robo con violencia en establecimiento abierto al público, cometido con instrumento peligroso, y por un delito de lesiones. Sin embargo, en las conclusiones finales, el ministerio público redujo la petición a la mitad, considerando que se trata de un hurto leve y no de un robo violento. Por ello, solicita una multa de dos meses, con una cuota diaria de 6 euros (unos 180 euros en total). No obstante, mantiene la petición de seis años de prisión por lesiones.
En cuanto a la responsabilidad civil, solicita una indemnización de 360 euros por las lesiones y otros 6.200 euros por las secuelas.
La defensa ha solicitado la absolución. Subsidiariamente, ha pedido que el hurto leve sea considerado en grado de tentativa, y que el delito de lesiones se valore como cometido por imprudencia grave. También ha invocado los eximentes de miedo insuperable y legítima defensa, además de la atenuante de arrebato y obcecación.
Finalmente, tras la modificación de la petición fiscal, la defensa solicitó la libertad del acusado, en prisión preventiva desde diciembre. El tribunal lo aceptó y decretó su libertad provisional, con prohibición de salir de España, retirada de pasaporte y obligación de comparecer cada 15 días en los juzgados. El juicio ha quedado visto para sentencia.
