10 joyas del modernismo

La huella de Gaudí y sus compañeros es muy potente en Reus y otras localidades

10 junio 2021 17:57 | Actualizado a 15 junio 2021 19:25
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Los amantes de la naturaleza convertida en insinuante arquitectura, de una decoración exuberante, de la riqueza de la burguesía plasmadas en arte... en suma, del  modernismo, tienen una cita ineludible en el entorno de las dos principales ciudades de la provincia, Reus y Tarragona. Sobre todo en Reus, que se disputa con un municipio vecino, Riudoms, ser la cuna del crack del modernismo, Antoni Gaudí, creador, entre otras maravillas, de la Sagrada Familia, la Casa Batlló y la Pedrera.

Aunque Gaudí no dejó ninguna obra en Reus, sus compañeros modernistas sí que sembraron la ciudad de hermosas casas señoriales e incluso de un sanatorio mental, el Institut Pere Mata. Una ruta los recorre para dejar boquiabiertos a los turistas al contemplar sus fachadas o sus interiores.

Con lo que sí cuenta Reus es con un centro de interpretación del genial arquitecto, el Gaudí Centre, en pleno cogollo de la capital del Baix Camp y casi pared con pared con la impresionante Casa Navàs y con el ayuntamiento, en la Plaça del Mercadal. La visita al Gaudí Centre se antoja imprescindible para conocer la vida, arte y los secretos del propio Gaudí, pero también del modernismo en general. 

Sin descuidar la parte más técnica, el Gaudí Centre apuesta por una vertiente lúdica y familiar que permite que los y las peques se lo pasen en grande. Incluso ha habilitado algo de tan moda actualmente: un escape room centrado en Gaudí. Se combinan así dos elementos fundamentales: la educación y la diversión. Un ejemplo: los niños y las niñas pueden tocar las maquetas de emblemáticos edificios modernistas. De hecho, el lema del Gaudí Centre es «prohibido no tocar».

El edificio dedicado a interpretar a Gaudí cuenta con tres plantas. En la tercera, un vídeo en formato 360 grados permite adentrarse en los orígenes del arquitecto y como la profesión familiar, la calderería, moldeó su idea de la arquitectura. En la segunda planta, maquetas interactivas desvelan los principales enigmas de su arquitectura. En la primera planta se recorre la infancia de Gaudí. Incluye un espectáculo audiovisual inmersivo.

No faltan tampoco visitas dinamizadas adaptadas al público general o al familiar. El Centre Gaudí es de este modo un buen punto de partida para recorrer el modernismo de los alrededores. 

Especialmente recomendables son una recreación de la Giralda de Sevilla, una Sagrada Familia en pequeño y una cimbreante iglesia, la del Sagrat Cor. Están situadas, respectivamente, en L’Arboç, Montferri y La Secuita. 

La selección de estas diez obras modernistas se ha realizado en base a los consejos del experto en modernismo Josep Maria Buquetas, autor del libro Casa Navàs i el Modernisme de tota la província de Tarragona.

Reus: Casa Navàs

Si la fachada es sugerente, el interior sorprende por su riqueza decorativa. La explicación de la página web podría parecer exagerada, pero no lo es: «Tras la fachada, se esconde el interior más completo, fantasioso y espléndido del modernismo catalán.

Entrar en la casa es como adentrarse en un gran jardín artificial lleno de florituras en el que destacan los vitrales de más de doscientos metros cuadrados de superficie entre claraboyas, tabiques, puertas y ventanas. También se conservan intactos casi todos los elementos decorativos, como el mobiliario, las tapicerías bordadas, cerámicas, pinturas, tejidos de seda, lámparas, estores ...».

La Casa Navàs es, por su singularidad, uno de los mejores ejemplos del modernismo a escala europea. Construida entre 1901 y 1908 por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner y el decorador Gaspar Homar, «es la única obra modernista de Catalunya que ha llegado hasta nuestros días tal como se estrenó».

Reus: Institut Pere Mata

A finales del siglo XIX, en 1898, comenzó a construirse en Reus un instituto psiquiátrico. Su arquitecto, Lluís Domènech i Montaner, combinó una exquisita arquitectura y las teorías higienistas más avanzadas en el tratamiento de la salud mental. Así lo ubicó en un lugar, en aquella época, alejado del centro de la ciudad y en un entorno luminoso lleno de vegetación. Según explican los expertos, Domè-nech proyectó un psiquiátrico con la estructura de village, que permitiera separar los enfermos según su patología, el sexo y la clase social. Se proyectaron 18 edificaciones, entre pabellones y otras construcciones como la capilla, o el pabellón de Servicios Generales. Entre esas edificaciones, la más interesante es el llamado ‘Pavelló dels Distingits’ (pabellón de los distinguidos) para los internos con mayor poder adquisitivo. La decoración y el lujo de sus estancias lo convierten en una atractiva visita.

Tarragona: Teatre Metropol

Al ser un teatro en marcha, hay que concertar visitas para poder admirarlo. Pero merece la pena. En 1908, el Patronat Obrero decidió construir un teatro en el jardín de su sede y encargó la obra a Josep Maria Jujol, que entonces comenzaba su carrera como arquitecto independiente después de haber colaborado con Gaudí. Jujol hizo un proyecto muy imaginativo, y se inspiró en las olas del mar y en la figura de un barco batiéndose contra ellas. Durante la Guerra Civil, en el edificio cayeron dos bombas que lo dejaron muy dañado. Posteriormente sufrió varias modificaciones al ser transformado en cine y perdió toda su esencia de joya modernista. A finales de los años ochenta, el Metropol se clausuró, pero en 1991 el Ayuntamiento compró el edificio y encar-gó su restauración al arquitecto Josep Llinàs. La re-forma recuperó todos los elementos modernistas y fue galardonada con el premio FAD de arquitectura de 1996.

Tarragona: Iglesia de Sant Llorenç

Esta pequeña iglesia es de modesta factura pero tiene un doble atractivo: las joyas modernistas que ubica en su interior y el entorno. Está situada en plena Part Alta de Tarragona, a escasos metros del patrimonio romano, la catedral y el Passeig de Sant Antoni, con unas vistas impresionantes al Mediterráneo. Las diversas obras de Josep Maria Jujol que conserva el edificio son bastante tardías dentro de la producción del artista. Por ejemplo, el paso del Sant Sepulcre es de 1942, de madera, y aparece ataviado con una capa de oro fino. Un año después ideó el paso de la Pietat, con los mismos colaboradores de la obra anterior. Jujol se implicó en la ejecución de otras obras muy significativas para el templo: la bandera del gremio de 1942, la medalla del gremio de 1940 de bronce, los pendones de la Pietat y el Sant Sepulcre y la bandera del Sant Sepulcre de 1944. 

Els Pallaresos: Casa Bofarull

La Casa Bofarull está ubicada en un municipio cercano a Tarragona y a la estación del AVE, Els Pallaresos. La diseñó el arquitecto modernista Josep MariaJujol. Según explica su hijo, «la grandiosa y rústica casa del siglo XVII, se convierte en una elegante, cómoda y vistosa mansión. Cuenta con una acogedora galería donde la vista se solaza con los extensos campos de cepas. Sobresale del edificio una espectacular torre, dominando casa, hacienda y población. Una escalera atraviesa toda la altura del edificio, con una barandilla única en el mundo, otra genialidad de mi padre. Los viejos instrumentos de labranza, convertidos en herrajes sublimes, complementan la puerta principal de la mansión. Es una maravilla de un genial arquitecto-artista. Aquí encontramos al Jujol pintor, escultor, artesano, diseñador y siempre arquitecto».

L'Arboç: La Giralda

Entrar en la Giralda, una antigua casa familiar, es como sumergirse en la arquitectura árabe al tiempo que modernista. Según se explica desde el consistorio, «el artífice de esta obra fue el vecino de L’Arboç Joan Ro-quer. Tras su viaje de bodas a Andalucía, Roquer y su esposa volvieron a Catalunya entusiasmados por la arquitectura árabe. Residentes en Barcelona, donde atendían los negocios familiares, deci-dieron construirse una residencia de verano donde quisieron reproducir miméticamente los elementos que más le sorprendieron de la arquitectura árabe. La obra finalizó en 1908. El elemento más destacado es la reproducción de la Giralda de Sevilla, con una altura de 52 metros, que se ha convertido uno de los elementos más emble-máticos del municipio. También hay una réplica del Patio de los Leones de la Alhambra de Granada, y del Salón de Embajadores del Alcázar de Sevilla».

Vistabella (la Secuita): Iglesias del Sagrat Cor

Josep Maria Jujol también esculpió la iglesia del Sagrat Cor, en el núcleo de Vistabella, del municipio de La Secuita. El pueblo no disponía de iglesia y sus habitantes acordaron  encargar la construcción de una a Jujol en el año 1918. Jujol, un hombre muy religioso, aceptó la propuesta a pesar del reducido presupuesto con que contaba. Así construyó la iglesia con materiales muy sencillos como piedra y ladrillos para la estructura y madera y hierro forjado y otros materiales a veces de recuperación para los elementos decorativos, que son una fantástica e imaginativa representación del llamado «arte franciscano». Esta iglesia de apariencia rústica, es una de las obras más importantes de Europa en el s. XX. 

Vallmoll: Ermita del Roser

Esta exquisita ermita es de sencilla factura, pero cuenta con la decoración que le aplicó Josep Maria Jujol en homenaje a la Virgen del Roser. La fachada tiene una distribución simétrica. Dos ventanas rectangulares se sitúan a ambos lados de la puerta de acceso rectangular, sobre la que hay una imagen de la Virgen del Roser en cerámica y el rosetón lobulada. Un acantilado corona la fachada. La cubierta es a dos aguas con teja. El material empleado es la piedra. El conjunto tiene una decoración pintada y esculpida. En 1925 Jujol dirigió una restauración importante, con la colaboración, en cuanto a pinturas, de R. Ferré, M. Aymerich y C. Pelegrí. En 1967 se hizo otra restauración de las pinturas, a cargo de J. Ferré.

Montferri: Santuario de Nuestra señora de Montserrat

Como una pequeña Sagrada Familia, pero inspirada en las montañas de Montserrat. Así es el santuario de Nuestra Señora de Montserrat, ubicado en Montferri. Toda la estructura está formada por arcos parabólicos sin que intervenga ninguna pared. Se trata de una construcción muy atrevida de muy poca base pero mucha altura. El camarín está diseñado como el del santuario de Montserrat, con una escala a la derecha y a la izquierda para subir y bajar a venerar a la Virgen. Las puertas son de hierro forjado. Sobre las vueltas exteriores se puede observar la imitación de las formas de las rocas de las montañas de Montserrat.

Roda de Berà: Capilla del Mas Carreras

Una pequeña joya ubicada en Roda de Berà. Tal como explica el Ayuntamiento, «es un pe-queño oratorio privado construido a inicios del siglo XX. El arquitecto Josep Maria Jujol trabajó en la capilla durante los años cuarenta del siglo pasado. Su intervención consistió en la ampliación de la construcción con un ábside y la decoración pictórica y ornamental de las zonas interiores. El interior de la capilla causa un gran impac-to visual por la decoración de las paredes, con numerosas sentencias latinas en letra gótica y el predominio del azul intenso, el dorado y el rojo. Profusamente ornamentado, el ábside cuenta con ocho pequeños vitrales romboidales de varios colores».

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