Normativa
Agricultura endurece la normativa de pesca recreativa
Sale a exposición pública la nueva regulación para los próximos dos años, que introduce límites de capturas y vedas parciales en aguas interiores del litoral barcelonés, tarraconense y del Ebro

Nueva normativa que regula la práctica de la pesca recreativa, empezará a regir en septiembre
La normativa que regula la práctica de la pesca recreativa en aguas interiores de la costa de Barcelona, Tarragona y las Terres de l’Ebre se endurecerá a partir del mes de septiembre, una vez se apruebe la nueva regulación que el Departamento de Agricultura ha sometido a información pública. Siguiendo el mismo modelo en vigor desde 2024 en el litoral gerundense, la nueva normativa para los próximos dos años establecerá cuotas diarias y tallas mínimas para 44 especies, así como vedas biológicas en una decena de casos.
Consciente de que pueden ser medidas impopulares, el director general de Política Marítima y Pesca Sostenible, Antoni Espanya, ha defendido la necesidad de regular un sector que captura mil toneladas de pescado y mueve 65 millones de euros al año.
La nueva normativa, que estará vigente entre septiembre de 2025 y el mismo mes de 2027, actualiza el decreto del año 1995 que regulaba la pesca recreativa y pretende también dar cumplimiento a los requerimientos de la Comisión Europea para ordenar el sector. Entre las novedades, se encuentra la reducción de diez a cinco kilos de la cantidad de pescado que los pescadores recreativos en aguas interiores pueden capturar diariamente para autoconsumo.
Esta cifra iguala el límite máximo de capturas para autoconsumo con el de las embarcaciones que pescan en aguas exteriores, que están reguladas por el Estado. Las aguas interiores, competencia de la Generalitat, se sitúan entre las concavidades de la costa: en el caso de Barcelona, la línea entre Arenys de Mar y Barcelona; en Tarragona y la costa del Ebro, entre el cabo de Salou y Alcanar.
Adicionalmente, se regula la captura de una lista de 44 especies, las más conocidas y apreciadas por los pescadores recreativos. Por ejemplo, se permitirá pescar un máximo diario de siete doradas de 30 centímetros de talla mínima, tres lubinas de 40 centímetros, dos meros de 50 centímetros, quince sepias de 12 centímetros o diez calamares de 18. Según destaca Espanya, la idea es garantizar que estas especies puedan capturarse cuando ya sean reproductivamente aptas.
Además, se establecen distintos períodos de veda biológica para una decena de especies, que en el caso de las costas barcelonesa y tarraconense se irán sucediendo en el tiempo para “proteger la época de reproducción y de cría”. En el caso de la lubina y el corvallo de arena será de un mes. Para el mero se alargará un mes y medio. El pulpo roquero, corvallo de roca, oblada y pez de San Pedro tendrán dos meses de veda, y tres meses la palometa y la serviola. En cambio, la veda de la llampuga se alargará siete meses y medio.
La normativa afectará tanto a los pescadores recreativos embarcados como a los que pescan con cañas desde la costa o practican la pesca submarina. En este último caso, se eliminará el requisito de presentar anualmente un certificado médico que acredite la aptitud física del titular de la licencia, que será sustituido por una declaración responsable de salud, como ocurre en la práctica del submarinismo con equipos autónomos.
Las medidas parten de la evaluación actual de los stocks pesqueros realizada por el Instituto Catalán de Investigación para la Gobernanza del Mar (ICATMAR), y son fruto de la creación en 2023 de la Mesa de Congestión de la Pesca Recreativa, que dio lugar a la primera regulación en la costa gerundense en septiembre del año pasado y que ahora se extiende a las costas barcelonesa, tarraconense y del Ebro. En este organismo están representados pescadores de superficie y submarinos, la administración a través del ICATMAR y entidades ambientalistas como WWF. Se actualizará cada dos años dentro del llamado mecanismo de gobernanza basado en la cogestión.
Durante los últimos años, además, la Mesa ha promovido una recolección masiva de datos dentro del sector recreativo, con 40.000 encuestas telemáticas y 8.000 presenciales para disponer de información sobre prácticas y capturas. Espanya subraya que, actualmente, los 53.000 pescadores recreativos registrados en Cataluña extraen del mar 1.000 toneladas de pescado y generan unos 65 millones de euros anuales, frente a las 19.300 toneladas y 90 millones de euros de la pesca profesional.
Jubilados y tecnológicamente bien preparados
“Tenemos que tener en cuenta que cada vez hay más personas, jubiladas o que simplemente tienen la pesca como afición”, apunta el director general. Señala que, en algunos casos, incluso, algunos de estos pescadores recreativos tienen una “capacidad de pesca superior” a la de los profesionales y están tecnológicamente mejor equipados.
Aunque asegura que la Comisión Europea aún no ve como una “preocupación importante” el impacto de esta actividad sobre los recursos pesqueros, Espanya considera que “cada vez hay más presión en el mar por parte de la pesca recreativa y las capturas ya suponen una vigésima parte de la pesca profesional”. “Tarde o temprano había que regularlo”, precisa. Será un primer paso en la dirección que ya marca Bruselas, según ha avanzado, para aprobar una normativa que obligue también a los pescadores recreativos a “declarar” las capturas efectuadas, como ya hacen actualmente los profesionales.
“Somos conscientes de que puede ser una medida impopular”, admite Espanya, asumiendo que los pescadores no recibirán bien la aprobación de una nueva normativa que limita su actividad, como ya ocurrió en la costa gerundense en un primer momento. Entonces, el Departamento recibió más de un centenar de alegaciones de asociaciones y pescadores. En el caso de la costa barcelonesa, tarraconense y del Ebro, la regulación aún se encuentra en fase de exposición pública y se pueden presentar alegaciones hasta el próximo 11 de agosto.
Futura declaración de capturas
El director general, que se ha comprometido a mejorar la normativa, precisa que se trata de una medida con una duración de dos años, tras los cuales deberá revisarse y “afinarse” en el marco de la Mesa de Cogestión, a la luz de nuevos datos sobre los stocks así como de posibles nuevas limitaciones legales que pueda introducir la Unión Europea. “Pero también quiero transmitir un mensaje: esta es una primera regulación, que lo que queremos es mejorar de la mano de los propios representantes de los pescadores recreativos, de la ciencia y de las organizaciones ambientalistas. Pero lo que también todos deben tener claro es que, tarde o temprano, esto había que regularlo”, ha insistido.
Para hacerla efectiva en el mar, sin embargo, el Departamento de Agricultura ya prevé un aumento en la actividad de inspección y, muy posiblemente, en el número de multas y sanciones impuestas a los pescadores que no la respeten. En estos casos, se contará con el despliegue de las nuevas unidades marítimas tanto de los Mossos d’Esquadra como de los Agentes Rurales, que además de efectivos terrestres disponen también de embarcaciones para patrullar la costa, así como de los inspectores propios y los efectivos del Seprona de la Guardia Civil.