Transportes
El 22% de los conductores de autobuses municipales de Tarragona está de baja laboral
La Empresa Municipal de Transports ha activado un plan para luchar contra el absentismo laboral. Han contratado a más personal, han activado el pago con tarjeta y, en cuestión de días, llegarán nuevos autobuses

Battestini funciona como punto de encuentro de la mayoría de los autobuses.
Casi uno de cada cuatro conductores de los autobuses municipales de Tarragona está de baja laboral. Los principales motivos son problemas de salud, relacionados con el dolor de espalda, la ansiedad o la depresión. La Empresa Municipal de Transports (EMT) lleva años arrastrando unas altas cifras de absentismo laboral. De hecho, este fue el motivo por el cual la empresa decidió hace unos meses contratar a un despacho de detectives para investigar algunos de los casos concretos.
Pese al importante número de bajas, la mayoría de los conductores activos aseguran que las condiciones laborales han mejorado respecto al año pasado. Los daños colaterales por el hecho de que hubiera compañeros de baja eran inasumibles. "Hacíamos jornadas de nueve horas sin apenas descansar", dice un conductor. La cosa ahora ha mejorado porque la empresa ha contratado más personal y, por lo tanto, los conductores que trabajan no se ven obligados a hacer tantas horas extras para suplir los huecos que quedaban vacíos. "Hemos notado una mejora importante, aunque las bajas siguen la misma tendencia", explican los conductores.
35 de baja
"La realidad es que no es habitual que una empresa tenga este número tan alto de bajas. Ninguna compañía privada aguantaría", dice un conductor de la EMT. Actualmente, de los casi 160 conductores que hay en la empresa, 35 están de baja. Algunos son de larga durada por enfermedad y otros alegan problemas puntuales de lesiones en la espalda o de salud mental, como estrés, ansiedad o depresión.
El Diari ha podido hablar con uno de ellos -quien prefiere mantenerse en el anonimato- y asegura que el nivel de estrés al que está sometido día tras día "no es normal". Luis -así lo llamaremos a partir de ahora- explica que hace 10 años, subían unos 200 pasajeros en una hora. "Ahora podemos llegar a los 600", asegura.
Las frecuencias, los horarios y las planillas son casi idénticas a las de hace 10 años. En cambio, la ciudad y los usuarios del transporte público han crecido exponencialmente. Hay más rotondas, más semáforos y más limitaciones de velocidad. "Sin embargo, tenemos que llegar a la parada a la misma hora que antes", dice el conductor.
Algunos profesionales aseguran sufrir problemas de espalda, de columna, cervicales, lumbares, hernias o fatiga, alegando las horas que pasan conduciendo el autobús.
También denuncian sentirse inseguros ante grupos conflictivos de individuos. "Depende de quien sube, ya sabemos que tendremos problemas. Se sienten impunes y entran al bus sin pagar. Cuando se lo recriminas, te amenazan", explica un conductor, quien asegura que la situación conlleva estrés y ansiedad.
Además, la plantilla explica que, hace unos años, la empresa contrató a una nueva hornada de jóvenes conductores "que no estaban mentalmente preparados para aguantar el estrés y el ritmo de un autobús. Eran inexpertos y ahora estamos pagando los platos rotos".
El Diari ha hablado con varios conductores de autobús que han explicado su testimonio. Sin embargo, el comité de empresa -la representación legal de los trabajadores- no ha querido hacer declaraciones. Cabe recordar que actualmente, comité y empresa se encuentran inmersos en la negociación por la renovación del convenio colectivo.
Plan contra el absentismo
La Empresa Municipal de Transports lleva meses trabajando en un plan para luchar contra el absentismo. Está poniendo en marcha una serie de mejoras laborales con el fin de que los conductores se sientan más a gusto y no causen baja.
Para empezar, la primera medida tiene que ver con la contratación de nuevos conductores y así liberar de trabajo los chóferes que hacían jornadas maratonianas obligadas. Tras un proceso de selección, se han incorporado siete nuevos conductores a la plantilla. Según explica la empresa, el proceso sigue abierto para nuevas contrataciones.
Otra de las medidas es la de renovar y ampliar la flota. De los 77 autobuses que hay hoy en día, la mayoría superan los 18 años de antigüedad. Tienen problemas operativos, de mantenimiento y ambientales, cosa que genera cierta incomodidad entre los conductores. "Este plan de renovación ambicioso se impulsa para mejorar la calidad del servicio de la ciudadanía, pero también está pensado para mejorar la operativa diaria de los conductores", explica Sonia Orts, presidenta de la EMT, quien asegura que "en cuestión de quince días o tres semanas", llegarán diez nuevos autobuses. Cuatro de ellos eléctricos y seis híbridos.
Además, la empresa también ha tirado adelante unos programas de formación, abiertos y gratuitos para toda la plantilla, que tratarán temas como el bienestar emocional, la higiene del sueño, el cuidado de la espalda, la nutrición y la alimentación saludable. Son cursos que nacen como iniciativa del comité de empresa y que se hacen conjuntamente con la mutua de trabajo.
Otra de las quejas comunes entre los conductores era el hecho de tener que cobrar en efectivo a los usuarios. Eso hacía perder tiempo a los chóferes, ya que tenían que sacar el ticket sencillo. Desde hace casi un año hay un datáfono en todos los autobuses.
La empresa municipal también ha querido fijarse en aquellos trabajadores más veteranos y con problemas de salud mental, haciéndoles una especie de traje a medida. Para estos casos se ha creado el puesto de trabajo de vigilante de las cocheras de la EMT, ubicadas en una finca del polígono Francolí. Sus funciones son controlar las instalaciones y repostar el gasoil de la flota, entre otras.
También ha mejorado mucho la vida de los conductores el hecho de centralizar los autobuses en la estación de Battestini. De esta manera, los chóferes no tienen que desplazarse de una calle a otra para cambiar de vehículo. Les ha dado más comodidad.
Finalmente, lo que debe actuar como un verdadero revulsivo para la vida de los conductores son las conclusiones del estudio integral que encargó la EMT el año pasado y que busca analizar la red de transporte para diseñar un nuevo modelo y mejorar la eficiencia del servicio.
"Recuerdo que hace un año y medio me comprometí a tomar las medidas necesarias para reducir el absentismo. Seguimos trabajando en ello", dice Orts, quien añade que "quiero acabar el año con los nuevos autobuses en marcha, con las conclusiones del estudio de frecuencias y líneas listas y con un nuevo convenio colectivo firmado. Si es así, ya me doy por satisfecha".