Energía
Inversión millonaria para albergar cuatro almacenes de energía en el polígono Riuclar de Tarragona
El proyecto, todavía en estudio, prevé instalar grandes baterías que guardarían electricidad de origen solar y eólico para usarla cuando más se necesite. Está en fase de información pública y a la espera de recibir autorización
El proyecto se ubicaría en esta finca, ubicada en el polígono industrial de Riuclar.
El Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica de la Generalitat de Catalunya ha sacado a información pública el proyecto BESS Constantí, un conjunto de cuatro plantas de baterías destinadas a almacenar energía renovable y apoyar la red eléctrica en momentos de alta demanda.
El trámite no implica su aprobación definitiva, pero sí marca un paso importante en el proceso administrativo. Ahora se abre un periodo para presentar alegaciones y recabar opiniones de administraciones y ciudadanos, antes de decidir si se autoriza la construcción.
El proyecto, promovido por la empresa Macrina Solar, prevé instalar cuatro plantas independientes pero conectadas (BESS Constantí I, II, III y IV), todas en el término municipal de Tarragona. Cada una tendría una potencia de 5 megavatios (MW) y permitiría almacenar la energía procedente de fuentes renovables para liberarla cuando sea necesaria.
Las instalaciones se ubicarían en una misma parcela y compartirían parte de la infraestructura eléctrica. Estarían formadas por contenedores con baterías de ion-litio, similares a los usados en vehículos eléctricos, pero adaptados a gran escala.
El objetivo del proyecto es facilitar el uso eficiente de la energía renovable y reducir los desperdicios eléctricos cuando hay más producción de la necesaria, algo habitual en los días de alta generación solar o eólica.
Reus, un ejemplo cercano
El caso de Tarragona sigue el camino de Reus, donde la Generalitat ya ha autorizado la construcción de siete plantas de baterías junto a la subestación de Bellissens. Este complejo, impulsado por el grupo Isabel Development, será pionero en Catalunya.
Cada una de las plantas reusenses tendrá 4,5 MW de potencia y 17,9 MWh de capacidad, y el conjunto supondrá una inversión total de más de 15 millones de euros. Las instalaciones permitirán guardar electricidad cuando sobra y devolverla a la red cuando la demanda suba, contribuyendo a la estabilidad del sistema eléctrico.
Además, el proyecto incluye medidas ambientales especiales para proteger el hábitat del águila perdicera, especie en peligro de extinción, y la retirada de una nave antigua con amianto, que se gestionará con seguridad.
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