En un lado, un mensaje esperanzador de la Generalitat y las autoridades sanitarias, emplazando a confiar en las medidas de seguridad implantadas para ganarse la tranquilidad de alumnado, profesores, directores y familias; en el otro, el discurso preocupado de algunos doctores expertos en pandemias, que avisan de que, en muchos lugares, no se dan las condiciones para volver al aula con garantías y proponen alternativas como un regreso escalonado en función de los datos epidemiológicos. «La situación va mejorando y la dinámica es positiva pero quedan pocos días, lo ideal sería esperar un poco más, dos semanas en algunos casos. Abrir todo de golpe y de manera simultánea, sin atender a cómo está cada lugar, es una temeridad», reconoce el físico e investigador de la URV Àlex Arenas, experto en la modelización de pandemias.
La situación, según voces autorizadas de la ciencia como la suya, no es alarmante pero sí recomienda otro tipo de vuelta a las aulas, más adaptado a la realidad epidemiológica de cada sitio. «Habría que medir bien cómo es la situación en cada lugar para poder abrir. Y si no podemos abrir el día 14, esperar un poco. Es fundamental llegar en las mejores condiciones posibles y aún nos falta, queda para bajar la incidencia», narra Arenas, que aconseja aperturas escalonadas que tengan en cuenta la zona de influencia a la que sirve un colegio, examinando los municipios y hasta los distritos. «No podemos tomar una decisión igual para todos, hay que bajar, examinar casi centro a centro según el estado epidemiológico de la zona. Estamos en la buena línea pero queda poco tiempo», explica Arenas. Para la ciencia, hay un indicador clave, que no es tanto la velocidad de propagación ni el riesgo de rebrote, sino los casos semanales acumulados por cada 100.000 habitantes. «La OMS está siguiendo la recomendación de menos de 50 casos por 100.000 habitantes como límite para abrir las escuelas con una cierta tranquilidad, que es lo que funcionó en Corea del Sur», explica Salvador Macip, profesor en la UOC, doctor en Genética Molecular e investigador catalán en la Universidad de Leicester.
El umbral que sugiere la OMS
Macip considera que «abriremos los colegios con porcentajes muy elevados de contagio, más altos de lo que recomienda la OMS, y eso implica que habrá una cierta transmisión del virus, más de lo que querríamos». Tomando ese umbral de 50 casos por 100.000 habitantes, un total de 47 municipios de la provincia no están, a cinco días del regreso a clase, en disposición de abrir las aulas. Es, por tanto, un 25%, uno de cada cuatro. Entre ellos figuran Tarragona, Reus, La Pobla de Mafumet, La Selva del Camp, Cambrils, El Vendrell, Cunit, Falset, Valls, Salou, Torredembarra, Montblanc o Constantí, además de otras poblaciones más pequeñas y no tan pobladas como Xerta, El Molar, Sarral, Puigpelat, El Montmell o La Secuita.
Si se amplía la perspectiva, únicamente tres comarcas están por debajo de ese umbral de positivos que aconseja establecer la Organización Mundial de la Salud: Terra Alta, Baix Ebre y Montsià, merced a la clara mejoría de los datos en las Terres de l’Ebre.
En el mapa provincial de la incidencia, la situación más complicada se cierne ahora sobre el Camp de Tarragona, fundamentalmente en la línea del litoral, y alrededor de los dos grandes polos, como son Tarragona y Reus, y por tanto, un territorio poblacionalmente más denso. «La situación es muy heterogénea. Hay estudios, como uno de Harvard, que habla de una incidencia diaria de 20 casos por cada 100.000 para poder abrir, pero la OMS habla de 50 a la semana. En todo caso, hablamos de que hay muchas zonas que todavía están lejos de alcanzar esas ratios que permitan abrir con una cierta seguridad», cuenta Arenas, que añade: «Sabemos que hay medidas para intentar evitar la propagación, pero si tienes un número tan elevado de contagiados en el territorio, significa que una parte de ellos entrarán en los colegios ya infectados y eso preocupa porque la transmisión es por aerosoles, por gotitas muy pequeñas».
Amb les dades de @salutcat, seguint la guia de Harvard, la situació avui dia per comarques és aquesta:
Per sobre de la línia vermella, NO s'han d'obrir escoles
Entre vermella i taronja, NO obrir ESO i BAT, la resta sí
Entre taronja i verd es pot ESO i BAT a torns i grups petits pic.twitter.com/oOYdcd0xwZ— Alex Arenas (@_AlexArenas) September 10, 2020
Los cálculos del físico de la URV Àlex Arenas sobre las comarcas que deberían imponer restricciones en la vuelta al cole
Por regiones sanitarias, se impone un contraste: las Terres de l’Ebre registran 23 casos por cada 100.000 habitantes, dentro de los parámetros que serían adecuados para la OMS, fruto de la mejora de los últimos días, mientras que en el Camp de Tarragona la cifra se dispara al 95, y supera con creces lo que sería aconsejable, sobrepasando incluso la media catalana (86). Así, núcleos grandes de la provincia como Calafell, Amposta, Tortosa, Deltebre o Sant Carles de la Ràpita sí están por debajo de los 50 casos por 100.000 habitantes y, por tanto, en condiciones de abrir con relativa tranquilidad. También hay que tener en cuenta que en lo que queda de semana las cifras pueden ir variando, de forma que las labores de contención sigan dando resultado y permitan a algunas localidades rebajar las tasas de contagiados y encarar el curso escolar con mayores garantías.
«El espacio interior perjudica»
Arenas mantiene que «necesitamos que la incidencia baje para dar seguridad, porque todas las actividades añadidas a los colegios comportan mucha movilidad y el uso de espacios interiores ya sabemos que perjudica y que irá en perjuicio del control de la enfermedad». Para Arenas, «hasta que no se coloquen parámetros epidemiológicos en el debate de la reapertura, no se estarán tomando medidas suficientes».
Los expertos ven imprescindible que muchas de las clases se hagan al aire libre. «La Covid-19 se transmite en un 75% por aerosoles, lo que convierte los espacios cerrados en una trampa de contagio extraordinaria, 20 veces más peligrosos que el exterior», indica Àlex Arenas desde la URV. «El contagio cero nunca existe pero se reduciría mucho si se hacen clases en el exterior. Con el clima que hay en Catalunya se puede hacer durante muchos meses. Yo vivo en Inglaterra. En el colegio de mi hijo han montado carpas en el patio para hacer clases, y eso que aquí llueve cada día», añade Salvador Macip.
Cuenta atrás en los centros
El conflicto entre lo que recomienda parte de la ciencia y la epidemiología y la necesidad de un regreso presencial a las aulas está servido. «Sé que el sistema educativo es un pilar de la sociedad y de la economía, y que sin los colegios es muy difícil que los padres puedan ir a trabajar y que, en conjunto, hay una gran repercusión social. Estamos en la línea de mejorar pero el tiempo se acaba y no estamos suficientemente preparados», indica Arenas.
És un bon moment perfer un resum del que sabem (i no sabem) de la covid-19 i els nens, de cara a decidir com encarem l'inici del curs escolar, per si us pot ajudar a tenir les idees una mica més clares [FIL]
(1/13)— Salvador Macip (@macips01) August 21, 2020
�� #Conseller @JosepBargallo: "El més important és el dret a l’educació de l’alumne en unes condicions sanitàries que permetin fer el seu procés d’aprenentatge en la màxima normalitat possible”
— Educació (@educaciocat) September 9, 2020