47 municipios tarraconenses volverán al cole con más contagios de los que aconseja la OMS

El 25% de poblaciones de la provincia superan la tasa que recomienda la Organización Mundial de la Salud para abrir las aulas con seguridad. Algunos expertos proponen un regreso escalonado y desigual

09 septiembre 2020 07:00 | Actualizado a 10 septiembre 2020 09:02
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En un lado, un mensaje esperanzador de la Generalitat y las autoridades sanitarias, emplazando a confiar en las medidas de seguridad implantadas para ganarse la tranquilidad de alumnado, profesores, directores y familias; en el otro, el discurso preocupado de algunos doctores expertos en pandemias, que avisan de que, en muchos lugares, no se dan las condiciones para volver al aula con garantías y proponen alternativas como un regreso escalonado en función de los datos epidemiológicos. «La situación va mejorando y la dinámica es positiva pero quedan pocos días, lo ideal sería esperar un poco más, dos semanas en algunos casos. Abrir todo de golpe y de manera simultánea, sin atender a cómo está cada lugar, es una temeridad», reconoce el físico e investigador de la URV Àlex Arenas, experto en la modelización de pandemias.

La situación, según voces autorizadas de la ciencia como la suya, no es alarmante pero sí recomienda otro tipo de vuelta a las aulas, más adaptado a la realidad epidemiológica de cada sitio. «Habría que medir bien cómo es la situación en cada lugar para poder abrir. Y si no podemos abrir el día 14, esperar un poco. Es fundamental llegar en las mejores condiciones posibles y aún nos falta, queda para bajar la incidencia», narra Arenas, que aconseja aperturas escalonadas que tengan en cuenta la zona de influencia a la que sirve un colegio, examinando los municipios y hasta los distritos. «No podemos tomar una decisión igual para todos, hay que bajar, examinar casi centro a centro según el estado epidemiológico de la zona. Estamos en la buena línea pero queda poco tiempo», explica Arenas. Para la ciencia, hay un indicador clave, que no es tanto la velocidad de propagación ni el riesgo de rebrote, sino los casos semanales acumulados por cada 100.000 habitantes. «La OMS está siguiendo la recomendación de menos de 50 casos por 100.000 habitantes como límite para abrir las escuelas con una cierta tranquilidad, que es lo que funcionó en Corea del Sur», explica Salvador Macip, profesor en la UOC, doctor en Genética Molecular e investigador catalán en la Universidad de Leicester.

El umbral que sugiere la OMS

Macip considera que «abriremos los colegios con porcentajes muy elevados de contagio, más altos de lo que recomienda la OMS, y eso implica que habrá una cierta transmisión del virus, más de lo que querríamos». Tomando ese umbral de 50 casos por 100.000 habitantes, un total de 47 municipios de la provincia no están, a cinco días del regreso a clase, en disposición de abrir las aulas. Es, por tanto, un 25%, uno de cada cuatro. Entre ellos figuran Tarragona, Reus, La Pobla de Mafumet, La Selva del Camp, Cambrils, El Vendrell, Cunit, Falset, Valls, Salou, Torredembarra, Montblanc o Constantí, además de otras poblaciones más pequeñas y no tan pobladas como Xerta, El Molar, Sarral, Puigpelat, El Montmell o La Secuita.

Si se amplía la perspectiva, únicamente tres comarcas están por debajo de ese umbral de positivos que aconseja establecer la Organización Mundial de la Salud: Terra Alta, Baix Ebre y Montsià, merced a la clara mejoría de los datos en las Terres de l’Ebre.

En el mapa provincial de la incidencia, la situación más complicada se cierne ahora sobre el Camp de Tarragona, fundamentalmente en la línea del litoral, y alrededor de los dos grandes polos, como son Tarragona y Reus, y por tanto, un territorio poblacionalmente más denso. «La situación es muy heterogénea. Hay estudios, como uno de Harvard, que habla de una incidencia diaria de 20 casos por cada 100.000 para poder abrir, pero la OMS habla de 50 a la semana. En todo caso, hablamos de que hay muchas zonas que todavía están lejos de alcanzar esas ratios que permitan abrir con una cierta seguridad», cuenta Arenas, que añade: «Sabemos que hay medidas para intentar evitar la propagación, pero si tienes un número tan elevado de contagiados en el territorio, significa que una parte de ellos entrarán en los colegios ya infectados y eso preocupa porque la transmisión es por aerosoles, por gotitas muy pequeñas».

Los cálculos del físico de la URV Àlex Arenas sobre las comarcas que deberían imponer restricciones en la vuelta al cole

 

Por regiones sanitarias, se impone un contraste: las Terres de l’Ebre registran 23 casos por cada 100.000 habitantes, dentro de los parámetros que serían adecuados para la OMS, fruto de la mejora de los últimos días, mientras que en el Camp de Tarragona la cifra se dispara al 95, y supera con creces lo que sería aconsejable, sobrepasando incluso la media catalana (86). Así, núcleos grandes de la provincia como Calafell, Amposta, Tortosa, Deltebre o Sant Carles de la Ràpita sí están por debajo de los 50 casos por 100.000 habitantes y, por tanto, en condiciones de abrir con relativa tranquilidad. También hay que tener en cuenta que en lo que queda de semana las cifras pueden ir variando, de forma que las labores de contención sigan dando resultado y permitan a algunas localidades rebajar las tasas de contagiados y encarar el curso escolar con mayores garantías.

«El espacio interior perjudica»

Arenas mantiene que «necesitamos que la incidencia baje para dar seguridad, porque todas las actividades añadidas a los colegios comportan mucha movilidad y el uso de espacios interiores ya sabemos que perjudica y que irá en perjuicio del control de la enfermedad». Para Arenas, «hasta que no se coloquen parámetros epidemiológicos en el debate de la reapertura, no se estarán tomando medidas suficientes».

Los expertos ven imprescindible que muchas de las clases se hagan al aire libre. «La Covid-19 se transmite en un 75% por aerosoles, lo que convierte los espacios cerrados en una trampa de contagio extraordinaria, 20 veces más peligrosos que el exterior», indica Àlex Arenas desde la URV. «El contagio cero nunca existe pero se reduciría mucho si se hacen clases en el exterior. Con el clima que hay en Catalunya se puede hacer durante muchos meses. Yo vivo en Inglaterra. En el colegio de mi hijo han montado carpas en el patio para hacer clases, y eso que aquí llueve cada día», añade Salvador Macip.

Cuenta atrás en los centros

El conflicto entre lo que recomienda parte de la ciencia y la epidemiología y la necesidad de un regreso presencial a las aulas está servido. «Sé que el sistema educativo es un pilar de la sociedad y de la economía, y que sin los colegios es muy difícil que los padres puedan ir a trabajar y que, en conjunto, hay una gran repercusión social. Estamos en la línea de mejorar pero el tiempo se acaba y no estamos suficientemente preparados», indica Arenas.

Mientras, durante estos días de cuenta atrás sigue el esfuerzo del Departament d’Educació por impulsar los protocolos de seguridad en el regreso a las aulas de este lunes y el convencimiento de que se llegará a tiempo y de que se van a garantizar las condiciones de seguridad adecuadas para que no haya una expansión. «La escuela es el lugar más seguro para un alumno fuera de su casa. No podemos tener una generación de alumnado que no haya tenido la formación adecuada, con socialización y contacto con el resto de alumnos y profesorado. Tenemos que garantizar el derecho a la educación», explicó el conseller d’Educació, Josep Bargalló, en la presentación esta semana.

En este contexto, la ONU también se ha posicionado, llamando a todos los países a dar prioridad a la reapertura de sus centros en cuanto tuvieran controlada la transmisión local y advirtiendo de que los cierres prolongados plantean el riesgo de una «catástrofe generacional».

 

 

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