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Un hombre que fue parado por una patrulla de la Guàrdia Urbana y agredió a los agentes cuando le encontraron droga en el vehículo en el que iba de acompañante ha sido condenado a un año de prisión y a pagar a uno de los agentes una indemnización de 5.824 por las lesiones sufridas. La sentencia del Juzgado de lo Penal 3 de Tarragona ha sido confirmada ahora por la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona.
A las cuatro y media de la madrugada del 15 de octubre de 2016, el acusado –un ciudadano español de 41 años y con antecedentes penales– viajaba de acompañante. El conductor se detuvo a la altura de la carretera del cementerio de Tarragona ante el requerimiento de una patrulla de la Guàrdia Urbana para someterse a la prueba de alcoholemia.
Ante la actitud insultante que el acusado venía dispensando hacia los agentes, estos le requirieron para su identificación. Pero el hombre se negó en repetidas ocasiones, por lo que le indicaron que se bajara del vehículo para cachearlo.
Los guardias registraron el vehículo y hallaron varias bolsas de marihuana, por lo que procedieron a denunciarlo por vía administrativa. El acusado comenzó a decirles que eran unos «chulos y unos mierdas», haciendo en todo momento caso omiso a las indicaciones de los policías.
Los agentes indicaron al acusado que abandonara la zona de seguridad, a lo que él se negó en reiteradas ocasiones. Los policías le acompañaron con los brazos para que la abandonara. Y el procesado lanzó un puño cerrado hacia uno de los guardias, que lo esquivó. El agente intentó reducirlo para detenerlo, por lo que el hombre le cogió el dedo pulgar y se lo retorció.
