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Nada tiene que ver la actualización catastral para este 2019 con las que se aplicaron en años anteriores. La revisión del año que entra no atañe a tantos ayuntamientos como en los últimos ejercicios.
En 2018 la revisión del catastro afectó en España a 1.830, y en 1.295 de ellos provocó actualizaciones al alza de los valores de los inmuebles.
La actualización fue todavía mayor en 2017, cuando se revisaron los valores de 2.452 localidades, casi una tercera parte de los 8.124 municipios españoles, derivando en subidas de valor e impuestos en 1.895, casi una cuarta parte del total.
En Tarragona la dinámica ha sido muy parecida. Este año la cifra de municipios de las comarcas tarraconenses que se han acogido a esa posibilidad es inferior a la de otros ejercicios. De los 18 municipios que pidieron la actualización para 2019, 13 la aplican al alza. El año pasado, fueron 31 localidades solicitantes. En 28 de ellas se produjo un incremento.
En 2015, hasta 73 municipios pidieron la revisión al alza del catastro, entre ellos algunos tan importantes como Tarragona, Salou, Vila-seca o Valls. En 2016, esas cuatro poblaciones volvieron a elevar los valores catastrales, además de otras como Roda de Berà, La Selva del Camp o L’Ametlla de Mar. En total, 60 municipios solicitaron esa revisión al alza.
Se da la casualidad de que ese descenso de poblaciones que actualizan sus valores –lo que repercute generalmente en un incremento de los impuestos que se cobran– coincide con que 2019 sea año electoral, con los comicios locales previstos para mayo.
Además, los incrementos en aquellas poblaciones que han subido el catastro son bastante menores. Si en otros años se han movido entre el 8 y el 10%, en esta ocasión rondan entre el 3% y el 5%. Esta situación coincide con que las cuentas de los consistorios se han ido saneando progresivamente.
