Adiós a unos árboles con nombres y apellidos en Torres Jordi

Los vecinos de este barrio plantaron los arbustos hace más de veinticinco años. Ahora, la construcción de una nueva rotonda obliga a eliminarlos

11 agosto 2021 18:40 | Actualizado a 12 agosto 2021 06:11
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Agnès Benet, vecina de Torres Jordi, todavía recuerda, como si fuera hoy, la mañana en qué su familia plantó el árbol de enfrente de su casa. «Creo que era el día del árbol o algo así y, desde la asociación de vecinos, nos pidieron que saliéramos a la calle a plantarlos. Fue una jornada bonita, de reunión con todo el vecindario», relata Benet, quien, a modo de anécdota y con media sonrisa en la cara, explica que «cada vez que entramos en casa, mi marido se encarga de recordarme que el árbol que planté yo es el que menos ha crecido».

En ese momento, en 1995, Gervasio Mogio era el presidente de la asociación de vecinos. «En esa época éramos muy solidarios y todo lo hacíamos juntos. Se nos ocurrió la idea de plantar árboles y, en un primer momento, el Ayuntamiento se negó porque ya se hablaba de que tenían que hacer una rotonda. Finalmente, les convencimos. Pasamos un día en familia fenomenal», recuerda Mogio.

Silvia Font, otra vecina, también participó en la plantada de árboles. «Mis hijos eran muy pequeños, pero se acuerdan perfectamente. Este árbol ha sido muy importante para nosotros, incluso enterramos allí las tortuguitas cuando se murieron», explica Font, quien presume: «El nuestro es el que está más recto, el número 6».

Los días contados

Y hasta aquí la parte emotiva y sentimental de la historia. La realidad es que estos árboles tienen los días contados. Las obras de reordenación viaria del entorno de la Tabacalera, y concretamente, la construcción de la rotonda, obligan a eliminar los arbustos. La noticia ha caído como un jarro de agua fría para los vecinos, aunque también ven la parte positiva: «Estamos convencidos que con esta intervención se dignificará el barrio», opina Benet.

Cabe recordar que estos árboles han llenado muchas páginas de periódico, ya que los vecinos llevan años pidiendo al Ayuntamiento que se busque una solución para evitar que los estorninos vivan en estas plantaciones. Y es que, a la llegada del otoño, el ruido de estos pájaros no deja dormir al vecindario. Aquellos que en su día plantaron uno de los árboles de Torres Jordi piden al consistorio que estos sean trasladados a otro punto de la ciudad.

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