Arrancan las rebajas más caóticas

Es el inicio de la temporada de rebajas más caótico. Esto, teniendo en cuenta que consideremos que aún existe una temporada de rebajas, porque ni los propios comercios acaban de tenerlo claro. Si en invierno nadie tiene dudas, ahora es imposible señalar una fecha.

Por primera vez, El Corte Inglés ha adelantado un día el inicio. La firma que preside Dimas Gimeno abría esta mañana con descuentos de hasta el 50%. De hecho, la campaña oficial empezó ayer por la noche a través de la página web, anticipándose en 24 horas a la fecha tradicional del inicio de las rebajas de verano.

Siguiendo sus pasos, el grupo Inditex (Zara, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka, Oysho y Stradivarius) también hacía la misma apuesta, lo que ha acabado arrastrando también a algunos pequeños comercios que no quieren quedarse fuera de juego. Si a este anticipo, se le suman los descuentos que algunas firmas han generalizado durante todo el año, el arranque de esta tradición ha quedado completamente desvirtuado. 

«La foto de gente haciendo cola para ser los primeros, en la puerta de El Corte Inglés, ya no la veremos», dice el presidente de la Unió de Botiguers de Tarragona, Ferran Milà. La liberalización del sector comercial, a base de cambios normativos y sentencias del Constitucional, y la postura de la Generalitat, que ha rebajado su férrea defensa al comercio tradicional, han abierto un nuevo panorama de desconcierto para los consumidores. «Ellos no son los responsables, intentan sacar ventaja de este descontrol», argumenta Milà. 

Por su parte, el vicepresidente de la ViaT, Juan Carlos Gracia, considera que el pequeño comercio aún mantiene las expectativas. «La temporada está siendo mejor que el año pasado, se está consumiendo más, por lo que creemos que irá bien». Reconoce que se está dando una situación caótica. «A la gente la tenemos mareada, porque en algunos establecimientos prácticamente hacen descuentos a lo largo de todo el año, pero al final el cliente también se da cuenta. Te ponen un 70% y es un 10%. Muchas de estas promociones son un engaño», añade Gracia.

El pequeño y mediano comercio pide al govern una nueva regulación

Pero, ¿las rebajas como tales están condenadas a muerte? Las grandes superficies sacan ventaja de una situación de difícil regulación, en la que, según algunos estudios, el e-commerce ya representa el 30% de las compras en España.

Una nueva ley

«Vamos hacia un escenario más liberalizado», dice Gracia. Mientras que, Ferran Milà es partidario de una nueva regulación.  El sector no quiere rechazar al tirón que supone en las ventas, siendo los meses de enero y julio los dos mejores en cuanto a ventas. Por lo que, la patronal del pequeño y mediano comercio, que ha presentado una propuesta delante del Parlament para que el Govern legisle sobre al respecto. Lo explica el responsable de Pimec Comerç en Tarragona, Florenci Nieto, quien defiende «que se reconozcan cinco rebajas a lo largo del año, de un periodo máximo de veinte días». Avanza que la patronal ha dejado libertad de cara a fijar el calendario. 

«Tan solo entramos en que debería haber cinco temporadas al año y después sería el momento para que el tejido asociativo llegara a un consenso», añade Florenci Nieto.

La patronal Pimec siempre se ha mantenido a favor de las rebajas y a su lado tenían al Govern de la Generalitat. Ahora la postura que mantienen no es la misma. En la propuesta de la nueva Llei del Comerç, que la administración catalana podría aprobar en otoño, el Govern dejará libertad a las tiendas para hacer rebajas todo el año, aunque recomendando dos periodos (el de verano y el de invierno).

Los comercios de toda la vida mantienen que esta tradición es la clave que explica el fin de la temporada, en el que se remataban los stocks y podía hacerse dinero de cara a comprar el género de la siguiente. Y así defiende Florenci Nieto que continúe siendo. «Lo que hacen ahora muchas tiendas es comprar expresamente para las rebajas un producto de una calidad muy baja y retiran lo que tienen habitualmente. Y la gente no es tonta. Al final se cansa de que le tomen el pelo», concluye.