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A finales del mes de noviembre la junta de gobierno local suspendió por tercera vez el plan parcial 24, que contempla la urbanización de los terrenos de la Budellera. Ayer, el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, se refería a esta cuestión y aseguraba que responde a un proceso de tramitación «con garantías».
El máximo responsable consistorial hacía las declaraciones un día después de conocerse que los promotores de esta urbanización deberán introducir cambios en el informe de Costas y que tienen que presentar el informe de Carreteras, que es vinculante para proceder a la aprobación inicial del proyecto.
El edil del partido socialista defendió que «necesitamos todos los informes favorables» y afirmó que «este alcalde está para que haya una Budellera aceptada por la inmensa mayoría de los ciudadanos y ciudadanas».
Durante su comparecencia después del tradicional desayuno de Navidad con los medios de comunicación, el alcalde recordó que en su día se puso el contador a cero en el proyecto «desde el punto de vista del diseño, la sostenibilidad y el respeto a la Anella Verda».
Ahora, los promotores tienen un plazo de hasta tres meses para enviar la documentación que falta, para que pueda llevarse a cabo la aprobación inicial de esta urbanización, con más de 4.000 viviendas en la zona de Llevant. La Junta de Compensació de Propietaris calcula que a lo largo del primer trimestre del año que viene podría disponer del estudio que ha requerido la administración local.
El barrio de Ikea
El alcalde también habló sobre la urbanización del plan parcial 10, junto al Anillo Mediterráneo. Será uno de los principales proyectos de cara al año que viene después de que en los presupuestos que se aprobarán el próximo viernes está recogida una partida de 2,7 millones de euros para iniciar los trabajos en lo que debía ser el barrio de Ikea.
«Podemos asegurar que el PP10 sigue adelante», aseguró el máximo responsable municipal. Éste no dio nuevas informaciones sobre las negociaciones que están llevando a cabo los propietarios para encontrar una alternativa a la llegada de la firma sueca. Ballesteros, en este sentido, reiteró que «tenemos a tres interesados y se están valorando las ofertas».
La multinacional líder de muebles y objetos del hogar low cost oficialmente no ha comunicado su negativa a establecerse en Tarragona. Hace meses que no hay una comunicación entre los representantes municipales y los responsables de la firma en el país. Para el alcalde, su no llegada no representa «un fracaso». «Lo sería si solo hubiera pasado en Tarragona, pero también han paralizado inversiones en Girona y, de hecho, excepto la India y la China están replanteando sus intenciones en todo el mundo», decía.
El alcalde aseguró que «sin tantos recursos sobre el plan parcial, por parte de tres propietarios, Ikea sería una realidad».
