Ballesteros, contra las cuerdas

Los resultados de las elecciones municipales del 26-M dejan al alcalde Ballesteros en un lugar difícil. ERC se dispara y tiene ahora la llave de la alcaldía, en caso de materializar un pacto con JxTGN, CUP y En Comú Podem

27 mayo 2019 00:06 | Actualizado a 16 junio 2019 10:50
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Tarragona vota cambio. En una noche de infarto, las formaciones soberanistas lograron ayer una histórica victoria en la ciudad que provoca que, por primera vez desde la recuperación de la democracia, un alcalde que opta a la reelección pueda no seguir en el cargo en la Plaça de la Font. El socialista Josep Fèlix Ballesteros sumó ayer un amargo triunfo que le deja contra las cuerdas para no repetir en un cargo que ostenta desde hace doce años, después de que el PSC perdiera dos concejales, 1.183 votos y se quedara con siete ediles, en el que es el peor resultado de los socialistas del siglo XXI. 

El cambio de escenario en la capital vino a consecuencia de la explosión de ERC, que dobló su número de sufragios para dispararse hasta los siete concejales, lo que podría abrir las puertas de la alcaldía al republicano Pau Ricomà. El gran resultado en el centro y Llevant pueden hacer posible que, por primera vez en cuarenta años, Esquerra acceda a la vara de alcalde de la capital de provincia tarraconense. Para ello, será necesario un acuerdo de las tres formaciones independentistas –ERC, JxTGN y CUP– al que debería sumarse En Comú Podem, como mínimo, en la sesión de investidura que se celebrará el próximo 15 de junio. Un posible pacto entre estas cuatro fuerzas lograría los 14 escaños necesarios para sumar una mayoría alternativa a la formación más votada: el PSC, que ayer se impuso a Esquerra por un estrecho margen de 516 votos y un ínfimo 0,92%.  

El PSC fue la lista más votada en la ciudad, solo con 516 sufragios sobre Esquerra Republicana

La situación recuerda mucho a la que ya se vivió en 2011, cuando el PSC sumó 12 ediles y Convergència i Unió y el Partido Popular lograron siete cada uno, lo que les daba la mayoría en caso de llegar a un acuerdo que, al final, no se produjo y permitió a Ballesteros seguir en el cargo. Ahora, sin embargo, la situación parece más complicada, ya que los cuatro partidos que podrían impulsar el cambio han hecho de la alternativa a Ballesteros su leiv motiv de campaña. 

Los Comuns tienen la llave

Con los resultados de ayer, las fuerzas constitucionalistas –PSC, Ciutadans y PP– suman 13 ediles, por los 12 de los independentistas, quedando todo en la mano de En Comú Podem, que durante la campaña ha asegurado que quiere priorizar el eje derecha-izquierda sobre el nacional. La candidatura liderada por Carla Aguilar Cunill fue una de las notas positivas de la noche, tras sumar más de 4.500 votos y lograr dos concejales. Ahora tendrán la lleve de la alcaldía. Solo un pacto entre socialistas, Comuns y otra fuerza podría permitir que el socalista Josep Fèlix Ballesteros siguiera en la Plaça de la Font. Ayer, varias voces del PSC ya pusieron de manifiesta su voluntad por «intentar un acuerdo de izquierdas» con ERC, que ya firmaron entre 2007 y 2011. 

Por otra parte, una de las grandes decepciones de la noche fue Ciutadans, que se quedó en los cuatro concejales que tenía, si bien las expectativas de los de Rubén Viñuales eran bastante superiores, teniendo en cuenta que los naranjas se quedaron a solo setenta votos del quinto edil en 2015. El estancamiento les deja como tercer partido del pleno, sin posibilidades de tener la alcladía.

En cuarto lugar, y también sin cambios, se queda Junts per Tarragona, que ayer no pudo beneficiarse del tsnumani de Carles Puigdemont en las elecciones Europeas. Los tres ediles cosechados por el debutante Dídac Nadal le sitúan como cuarta fuerza pero, esto sí, en una clara disposición de poder entrar en el futuro gobierno de la ciudad, pese a la mala relación con Pau Ricomà (ERC) que se ha puesto de relieve en los recientes debates electorales. Junts ha quedado muy lejos de Esquerra, cediendo claramente el liderazgo soberanista a Ricomà. 

Asimismo, la CUP logró mantener los dos ediles y será una pieza clave para consolidar un cambio de gobierno que, con toda seguridad, no contará con el Partido Popular, que ayer sufrió los peores resultados de su historia pero que, esto sí, salvó los muebles tras lograr representación al superar claramente a Vox.  
 

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