Las instalaciones de la Confraria de Pescadors de Tarragona ya no abrirán a partir de mañana. El recinto queda temporalmente cerrado. La decisión se ha tomado después de haber detectado dos casos de positivos por coronavirus entre los trabajadores de la oficina de la Confraria. Así lo han comunicado hoy la dirección a los pescadores.
Esto significa que las embarcaciones ya no saldrán a la mar a la captura de pescado. De hecho, desde hace aproximadamente una semana, el 90% de las barcas ya no faenaban, por falta de seguridad. Los pescadores denunciaban que, por la naturaleza de su trabajo, no podían llevar ni mascarillas ni guantes, y tampoco podían mantener la distancia para prevenir el contagio del Covid-19. Ahora, las pescaderías deberán buscarse la vida en otros mercados, lejanos de la ciudad.
Hoy mismo, la Confraria ha empezado a tramitar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que afecta un total de 20 trabajadores. Por su parte, la mayoría de las embarcaciones también lo ha hecho.