Cómo saber la tarifa de internet o móvil que más te conviene: 10 consejos infalibles

26 noviembre 2019 09:20 | Actualizado a 29 noviembre 2019 17:22
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Ni de ciencias, ni de letras. A la hora de elegir una tarifa de móvil o de fibra óptica, todos nos encallamos en los números; y no sólo en cuanto al precio, sino también por los megas o gigas que nos ofrece cada compañía. El árbol no nos deja ver el bosque: los binomios precio-velocidad o precio-descarga menosprecian detalles que son muy importantes en tu decisión y que, más adelante, podrías echar de menos. A continuación te damos unos consejos.

1. Por más velocidad que tengas, no navegarás más rápido. En casa, con 200 Mbps irás como un cohete, no hacen falta 300, 500 ni 600. Incluso con todos los dispositivos de la familia conectados, no te lo acabas. Por otro lado, si tienes una empresa con entre 20 y 50 dispositivos conectados simultáneamente, lo mejor sería 500 Mbps.

2. Importa más el router que los megas. Si el router inalámbrico que te ofrece la compañía no es de calidad, 600 Mbps pueden convertirse en menos de 60 por Wi-Fi. Infórmate sobre la calidad del router que te instalen o, si la tarifa lo vale, cómprate uno bueno independientemente.

3. Hay un gran olvidado en Internet: se llama "ping". Se trata de la latencia o tiempo de respuesta, los milisegundos que pasan desde tu orden (el "clic") hasta que esta orden llega a "otro lado". Por eso es importante que tu operador tenga contrato con los mejores operadores de tráfico del mundo. En el mercado español, sólo Fibracat tiene contrato con los seis mejores del mundo.

4. Cuidado con la permanencia. Las ofertas esconden detrás acuerdos de permanencia con penalizaciones importantes. Es mejor saber que siempre pagarás lo mismo, desde el principio, pero que podrás irte cuando quieras. La democratización digital debe garantizar la libertad de elección siempre, sin excepción.

5. El fijo no cuesta nada. Muchas compañías hacen ofertas estratosféricas de fibra y, en la letra pequeña, hacen constar tarifa mensual de teléfono fijo. El teléfono fijo no cuesta nada, va ligado a la fibra óptica. Es gratis, y las llamadas nacionales deben ser ilimitadas.

6. Televisión: valora si el fútbol te sale a cuenta. El fútbol, y en menor medida las motos y las series, son los escaparates de dos grandes operadores del sector, pero realmente sale más a cuenta tener un buen servicio de fibra sin estas opciones "premium" y contratar plataformas independientes de televisión que ofrecen el fútbol, el motociclismo o un sinfín de series y películas a precios mucho más competitivos que contratando paquetes completos de televisión con el operador de Internet.

7. Móvil: llega un punto que no se necesitan más gigas. Mira cuantas gigas consumes cada mes con el móvil y te darás cuenta que difícilmente superan los 10 GB. Está muy bien que alguien te ofrezca 20, o incluso 25. Significa lo mismo que 40 o 50, exactamente el mismo: ilimitado. Nunca llegarás, a menos que cada noche te duermas mirando Netflix en 4G.

8. El Roaming es más importante de lo que parece. Si no tienes bien atada la itinerancia gratuita de datos en la Unión Europea, tus vacaciones pueden ser una odisea: o pagas una fortuna o ni siquiera podrás moverte con GPS.

9. Es fundamental saber con quién hablas. No hay nada como ser atendido desde Cataluña y en tu lengua (ya sea catalán o castellano), como tampoco tiene precio saber que estás tratando con una compañía de proximidad con la que, si conviene, podrías ir a hablar con sus responsables.

10. Con tu dinero también cambias el mundo. Tu granito de arena también lo pones cuando decides qué consumes, para qué pagas y a quién. En un mercado global con gigantes al frente de los sectores estratégicos, vale la pena confiar tus comunicaciones a una empresa que genere empleo a cerca de tu casa, que apueste por el tejido social del territorio, que se identifique con los valores del lugar donde vives. Cada día es más difícil y, al mismo tiempo, cada vez los ciudadanos y las ciudadanas tenemos más conciencia.

Ante la duda, piensa en cuando eliges zapatos o vino para cenar. No puedes ir con chanclas en la nieve, pero tampoco con chirucas en la playa. El tamaño justo es justo lo que necesitas. Y, en tu búsqueda, fíate de quien, como el mejor sumiller, no te recomienda el producto más caro ni el más potente, sino aquel que mejor se adapta a tu forma de ser, de pensar y de vivir.

Comentarios
Multimedia Diari