Convocan una protesta hoy contra la tala de árboles en la Anella Verda

Los trabajos, que se realizan en fincas privadas y con permiso de la Generalitat, afectarían a árboles más grandes de lo permitido

19 mayo 2017 22:45 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:15
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«Con la excusa de limpiarles el bosque a los propietarios están cometiendo un auténtico desastre», asegura Héctor Hernández, miembro de la Associació Mediambiental La Sínia, una de las diez entidades que se han unido para denunciar lo que consideran es una tala indiscriminada de los bosques del Baix Gaià y la Anella Verda de Tarragona y que han convocado para las 11 de esta mañana una acción ante la sede de la OMAC (ver el despiece).

Se refieren a los trabajos que está llevando a cabo una empresa privada en terrenos particulares en las fincas próximas a Mas de Salort y Mas Enric, en el municipio de El Catllar, y en en la zona de Mas Pastoret y Mas Rafel, de Tarragona. Además, también habría más permisos para la misma actividad en fincas de La Riera de Gaià y La Secuita.

El resultado de la tala se utiliza para fabricar astilla para biomasa que se emplea como combustible. La mayor parte, entre el 80 y el 85%, se vende a Italia a través del Port de Tarragona.

Entre las quejas de los ambientalistas, una de las principales es el hecho de que se estaría talando árboles más grandes de lo permitido. «Hemos comprobado que se están cortando árboles de clases diametrales superiores a las autorizadas por el Departamento de Agricultura. Si el límite se establece entre 30 y 40 cm de diámetro, según los casos, hemos documentado que se han cortado árboles de hasta 70 cm de diámetro», aseguran. Además, advierten que se están cortando otras especies, como encinas, cuando en realidad el permiso es para talar pino blanco.

Las asociaciones aseguran que estos bosques tienen un importante valor paisajístico y de conservación de la biodiversidad. De hecho, una de las críticas es que la tala se está realizando en pleno período de nidificación de aves, que van desde pájaros pequeños hasta rapaces.

Además de la tala en sí, también preocupa la apertura de pistas y caminos. Hernández explica que donde había senderos de hasta dos metros ahora hay otros de hasta seis, lo que facilitaría el acceso a quads, motocicletas y todoterrenos.

Explican los activistas que tienen conocimiento de que los agentes rurales han denunciado diversas irregularidades ante el Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació y Medi Natural que han sido archivadas. Les habrían explicado, además, que lo que se ha talado hasta ahora es una pequeña parte de todo lo que está previsto.

Responsabilidad del dueño

Consultados al respecto, desde el Departament informan que «la responsabilidad final de la ejecución recae sobre los titulares de los terrenos y quien realiza los trabajos», y confirman que la empresa cuenta con todos los permisos y cumplió con las visitas técnicas previas y el seguimiento de los trabajos.

Aseguran que en la zona donde se han realizado los trabajos «se observa mayoritariamente una correcta ejecución», a excepción de alguna zona reducida «donde se ha hecho una tala porcentualmente más elevada sobre árboles más gruesos y otras zonas donde los árboles dejados, en lo que tiene que ver con el porte y la medida, el criterio de selección podría haber sido mejor».

Consideran que, debido a los trabajos, la zona es ahora menos vulnerable al fuego. Y aseguran que «si se detecta algún incumplimiento podemos acabar abriendo un expediente informativo».

Por su parte, fuentes municipales del Ayuntamiento de Tarragona insistieron en que la responsable de vigilar los trabajos es la Generalitat. En lo que se refiere a los caminos de la Anella Verda, aseguran que «cuando la tala acaba es cuando el ayuntamiento afectado hace la revisión para que los caminos estén en las mejores condiciones».

La empresa se defiende

La empresa Monroyo, de Teruel, encargada de los trabajos, salió ayer al paso de las críticas. Aseguraron que les parece «curioso» que el tema se denuncie a las puertas de las elecciones municipales, «cuando los trabajos se iniciaron en la zona en octubre de 2014». Se refieren a que esta semana ERC se sumó a las quejas de los ecologistas. Explica Josep Grifoll, técnico de la empresa, que los trabajos consisten en la tala de entre el 30 y el 40% de los árboles de las fincas. Para ello llegan aun acuerdo con los propietarios. La empresa realiza los trabajos sin ningún coste y ofrece una cantidad «simbólica» a los propietarios. Los dueños deciden si aceptar el dinero o emplearlo en encargar a la empresa otros trabajos, como desbrozar o podar.

También aseguran que «la zona donde se está actuando y todas las fincas que se encuentran dentro de la Anella Verda presentan un estado forestal lamentable, con alto riesgo de incendio y mala red de caminos, que dificultan su gestión... En esta zona no se ha actuado hace más de 50 años y no se ha llevado a cabo ningún tipo de gestión... Gran parte de este terreno eran campos de cultivo que debido a las heladas de los años sesenta y a la evolución de la economía, fueron abandonados y que poco a poco el bosque los ha ido colonizando».

En cuanto al tema de los caminos, aseguran que muchos eran ‘intransitables’ debido a que «los entes locales no han hecho el mantenimiento que les correspondía como titulares. Este hecho hace que en caso de emergencia los medios de extinción o las ambulancias tengan una gran zona donde no pueden acceder, hecho que puede dificultar las tareas de extinción en caso de incendio o de evacuación de heridos en caso de accidente (ciclistas, senderistas…)».

También aclaran que en algunos terrenos se han realizado talas de árboles más grandes a petición de los propietarios, que recuperarán los suelos como campos de cultivo.

Finalmente, sobre la crítica al hecho de que la biomasa se exporta mayoritariamente a Italia, lo achacan a que «nuestro gobierno no ha apostado fuerte por la biomasa forestal, tal y como lo ha hecho el gobierno italiano», aunque aclaran que «sí que es cierto que cada vez se está incrementando el consumo nacional y parte de esta biomasa se queda en industrias de Lleida y Barcelona».

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