Creu Roja atiende a una docena de personas en la playa por insolación

La ola de calor ha supuesto un aumento de las personas que han necesitado atención en la arena. Ningún caso fue grave, aunque se recomienda protección solar e hidratación

19 mayo 2017 22:23 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:36
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La canícula que se ha instalado este fin de semana en toda la demarcación, de la que la ciudad de Tarragona no ha escapado, ha motivado un aumento de casos por desfallecimiento o mareos en las playas de la ciudad. La Creu Roja ha contabilizado un total de 12 casos:tres de ellos eran paseantes en los paseos de El Miracle o L’Arrabassada, y el resto eran bañistas que tomaban el sol en la arena. «Ninguno de los casos atendidos ha sido grave», explica el coordinador de la Creu Roja, Joan Carles Castellví. La mayoría de casos eran golpes de calor que se han podido solventar sin más atención médica que una hidratación adecuada. «Eran los mismos acompañantes o vecinos en la arena quienes avisaban a los socorristas de posibles casos de golpe de calor», añade Joan Carles Castellví.

En estos casos, los vigilantes examinan al paciente. Comprueban sus constantes vitales y se les traslada en la medida de lo posible a zonas con sombra. La ventilación y la hidratación son los primeros pasos para recuperarse de los mareos provocados por la ola de calor. «Ha sido un fin de semana con un gran número de casos, pero por suerte todos solventados con éxito», explica Castellví, que remarca que los afectados han sido de todas las edades, incluso había menores.

Prealerta

Desde el viernes de la semana pasada la Agència de Salut Pública de Catalunya ya había puesto en marcha en fase 2 (prealerta) el Plan de actuación para prevenir los efectos de las olas de calor sobre la salud. En el mismo intervienen el SEM, el número 061 CatSalut Respon, el Pla integral d’urgències de Catalunya y Creu Roja.

A pesar de que los centros de salud se encuentran en prealerta, ninguno de los dos hospitales de la ciudad, ni el Hospital Universitari Joan XXIIIni el Hospital de Santa Tecla, habían atendido a pacientes con síntomas de haber sufrido un golpe de calor. Más difícil es precisar, explican, si alguna de las personas que han acudido a los servicios de salud han visto agravar otra enfermedad por las altas temperaturas.

Protecció Civil ha hecho énfasis especialmente en que se preste atención a las personas más vulnerables: niños, mayores y enfermos crónicos. De hecho, una de las recomendaciones es visitar al menos una vez al día a los vecinos o familiares mayores que viven solos para asegurarse de que se hidratan correctamente y de que siguen los consejos de las autoridades sanitarias.

Recuerdan, además, que los bebés menores de seis meses deben estar a la sombra y con ropa que les proteja de la radiación solar. A la población en general se le recomienda no bañarse en la playa en caso de no encontrarse bien o sentirse demasiado cansada para evitar incidentes graves.

Llamadas a los mayores

Creu Roja, por su parte, ha comenzado a llamar a las personas mayores usuarias del servicio de teleasistencia para prevenirlas sobre los efectos de la ola de calor. En Catalunya la entidad gestiona el servicio de teleasistencia de 11.667 personas.

En el caso de la demarcación de Tarragona la entidad ha llamado a 4.361 personas mayores, tanto usuarias de teleasintencia como de otros programas, para darles indicaciones y hacer seguimiento.

Los mecanismos del calor

Pero, ¿cuál es el peligro de las altas temperaturas? En condiciones normales, a medida que la temperatura sube, el cuerpo se mantiene fresco con la evaporación del sudor, pero si hace mucho calor y hay humedad, este proceso de evaporación se ralentiza y la temperatura corporal puede elevarse hasta niveles peligrosos. Por eso el calor excesivo puede llegar a perjudicar a la salud y a provocar agotamiento, deshidratación, calambres, erupciones cutáneas e, incluso, un golpe de calor.

Este último puede llegar a ser grave y algunos de sus síntomas pueden pasar desapercibidos o confundirse con los de otras patologías. Algunas señales de que se está ante un golpe de calor pueden ser la orina más oscura, fiebre, somnolencia, piel roja y seca, dificultad respiratoria, pulso débil, sed intensa, dolor de cabeza, vómitos y pérdida de conocimiento. Ante cualquier cambio, es recomendable acudir al hospital o llamar a los servicios médicos.

El precedente de 2003

Valga recordar que una de las motivaciones de la puesta en marcha del plan de Salut para las olas de calor fue la constatación de los efectos de las altas temperaturas en la mortalidad. En Catalunya, durante las semanas de 3 al 16 de agosto de 2003, año en que las temperaturas máximas superaron los 35 grados de media, la mortalidad fue un 53% superior a la registrada en las mismas semanas de 2002.

 

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